Por: Maité Campillo
¿Qué hacemos para liberarnos?
Oscar Wilde
‘El progreso es la realización de las utopías’
La representación de un mundo idealizado que se presenta como alternativa al monstruo capitalista, mediante una profunda crítica de los horrores de los sistemas de alienación (muerte que danza sobre la vida, explotación que castiga, dientes rotos, valle de lágrimas, es la sombra que oprime, su destrucción). No, no puede haber democracia sin revolución ni revolución sin derecho al desarrollo, ni barrera que pueda anular el acceso a la vivienda, trabajo, sanidad, educación, igualdad social, que ningún niñ@ o persona mayor se vea obligado a la calle a vender su dignidad, rehabilite una vida feliz en el bien común, donde los sueños fluyan embelleciendo la utopía contra los intereses individualistas. El planeta ha de ser un hogar, no contrapuertas para el crimen, y los hijos que luchan, utopía sobre la tierra. Salta el trueno y las nubes oscuras se difuminan ¡Bienvenida conciencia!, compañera del alma, compañera. Una mujer clara como la luna, tremenda flor de revuelo! Una mujer, nada más que una mujer, libre como viento proletario: agua brava, aliento, movimiento, luz y sonido. Una mujer roja como la sangre derramada por tantos luchadores de la utopía, como esa bandera caída que un compañero rescata y enarbola a los vientos ensalzando imposibles, desafiando a los intrusos. Así se nos ha presentado Gabriela “la comunista”, presidenta del parlamento ecuatoriano hablando a su pueblo. Por fin una luchadora, una más en el club de los poetas vivos/muertos, una más no sólo mujer entre nosotros pensando, vivenciando, hablando durante casi una hora de vida, todo vida, sin papeles muertos por medio dictados por los poderosos de la ignorancia sembradores de la corrupción. Habló con corazón y mente lúcida, impregnada en ideología de clase, desde el pueblo y para el pueblo. Así es como habló de utopías, de las que se alejan cada vez que las tenemos cerca por motivos y causas ajenas a los segad@s de su raíz. No habló de música celestial del pan para hoy y hambre para mañana, no, no habló sino con purita poesía desgarrada, como una más de la farándula altiva revolucionaria, elevándose como de lo más profundo de la tierra de la explotación y del saqueo.
Anatole France
‘La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un futuro mejor’
El discurso de Gabriela se hizo canción en las gargantas oprimidas, y los ojos de los indios ecuatorianos se transforman en soles alumbrando por primera vez en décadas de capitalismo colonialista, un sendero luminoso con miras al horizonte. Habló, clarito que habló, de tantas cosas habló que la historia tembló. Algunos que la escuchaban, de los que crecen a lo alto aplastando todo lo demás, temblaron de incomodidad, como el representante del reino impuesto del E. Español, residuo sin reclamo posible. La cuna colonialista de los borbones se hizo la sorda sin saber dónde esconder sus garras, no acertando con su visión ni atinando con su rapiña dormitada en su propia muerte, pensando quizá, en salir por patas como la alcaldesa y concejales del PP, en el ayuntamiento de Cádiz ante la intervención de un ciudadano, portador de la dignidad antifascista frente a la corrupción del capitalismo feudal. No, Gabriela no resucitó de la tumba de Alexandra Kollontai, ni de la de Rosa Luxemburgo, era ella misma. Gabriela Rivadeneira, ecuatoriana de 29 años, elegida presidenta hace unos días del nuevo parlamento del Ecuador. Desde el altiplano andino hasta las llanuras se extendió la voz como ráfaga de viento que no se detiene y avanza por los pueblos de Indoamerica. Un discurso cuyo eje transversal ha sido la utopía, que ha definido como la fuerza de tod@s, para transformar las relaciones sociales inequitativas:
<<. . . Utopía es esa fuerza incontenible de millones de hombres y mujeres que luchan cada cual en su tiempo y en su espacio por la construcción de colectividades más justas y más igualitarias; formaciones sociales, modos de producción o estructuras que buscan la justicia social y la felicidad de la especie humana, allí donde precisamente no existen condiciones para la realización de los sueños. Seres humanos que sacrifican su vida por conquistar estados integrales, para toda la sociedad, aunque para ello deban desafiar a las fuerzas perversas que se oponen a estas causas. . .
Para los enemigos de la utopía lo práctico era dejar las sociedades tal como están, no cambiar nada, y peor aún invertir el orden de las cosas, por ejemplo, el orden de la pirámide social, cuyo vértice minoritario siempre debía -según ellos- estar arriba, pues desde su “astuta” ideología, ese orden era un orden divino. El pueblo, la plebe, los vasallos abajo, y el poder siempre arriba. . . El mirar la sociedad con ojos alternativos era evidenciar que los creadores de la riqueza de las naciones siempre fueron los trabajadores. Pero, paradójicamente, en nuestras sociedades signadas por el poder económico los productores de la riqueza siempre carecieron de ella, fueron eternamente los más pobres, mientras que las clases ociosas vivían opulentamente apropiadas de los bienes materiales y culturales generados por los pueblos a través del trabajo. . .
Mientras la utopía exista, nosotros, los utópicos, seguiremos luchando por ella; mientras esa utopía exista, nosotros, seguiremos en pie>>
José Ingenieros
‘En la utopía de ayer, se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades’
Asomó al mundo la voz de la conciencia vestida de nueva primavera desde Ecuador. Gabriela Rivadeneira, ha destronado los imperios, y destacado la inversión de la pirámide social, el rol protagónico de las mujeres en la esfera pública, la inversión en el sector social y cultural ocurrido en los últimos años, como Presidenta, ha señalado que el recinto legislativo, es la casa de tod@s, desde donde se hará la guerra a las estructuras sociales desiguales. Su voz manifiesto dejó clarito el lado del crudo invierno abandonado, que no han sido electos para favorecer a la clase hegemónica, ni para volver a las viejas estructuras feudales, coloniales y neoliberales, sino para hacer realidad, las necesidades demandadas por los sectores que históricamente han sido excluidos y explotados. En ese contexto se refirió a las grandes deudas pendientes de la Revolución Ciudadana, abogando por una revolución cultural dónde los nadie todo han de ser, y llamando “camaradas” a sus compañe@s (palabra en desuso entre los que luchan por la justicia y por un mundo mejor), y, aclamó por la reforma agraria, por una ley de culturas, por el derecho de las aguas. Señaló que l@s jóvenes revolucionarios están preparados para tomar la posta y cristalizar los cambios necesarios cobijados bajo el ejemplo de Bolívar, Túpac Amaru, Alfaro, las tres Manuelas, Recabarren, Vasconcelos, Sandino, Martí, Che, Fidel. . . y, habló también, del poeta de los pueblos, del chileno, Pablo Neruda. . . ¡NO DESCANSAREMOS HASTA QUE NO HAYA NI UN SOLO NIÑO MÁS EN LA CALLE! América Latina y el Ecuador son una poesía y un Macondo construyéndose. Son una poesía y al mismo tiempo trágica por los siglos de opresión.ECUADOR NO SERÁ NUNCA MÁS UNA “BANANA REPUBLIC” NI PATIO TRASERO DEL IMPERIO.
Mario Benedetti
‘Cómo voy a creer que el mundo se quedó sin utopías, cómo voy a creer que la esperanza es un olvido o que el placer una tristeza. . . Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es admirable’
Gabriela arremetió contra los gringos, contra la deuda externa que oprime a los pueblos, arremetió contra el decadente Imperio Español, aniquilador de tantas alas, vidas, y culturas milenarias. Y, el representante de la dinastía de los borbones de la oligarquía financiera y el imperio yanqui de la muerte, sentadito como “un santo”, corroído por la codicia mientras “su pueblo”, miles de familias dentro de él, viven en la absoluta miseria. Pensando quizá, en soltar altanero el látigo feudal, a forma de “fracesita” que su padre espetó a Chávez. Pero no, en ese parlamento adornado de historia andina estaba hablando una mujer, revolucionaria, con ella, toda América Latina, todos los hombres y mujeres del mundo, que luchan.
Gabriel García Márquez
‘Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra’
Ofreció un discurso vibrante. Construido en torno a la utopía revolucionaria, imprescindible para conquistar la Liberación de clase, con el que es imposible no emocionarse y adherirse, no sólo por su contenido, sino también, por el sentimiento expresado. Gabriela Rivadeneira, flor de flor dentro del mundo de la farándula en que me desenvuelvo. Su credibilidad proyecta el entusiasmo. Maravillosa oradora con excelente conciencia e inteligencia, que no requiere “papel”, para exponer sus ideas, sentimiento, deseos (contrario a la inmensa mayoría en el mundo de “profesionales de la política”, cuya “inteligencia” es la codicia). Un compañero decía: “Cuando se habla para “los mercados” o para los “inversores” se necesita leer bien los discursos que preparan los asesores y “expertos” para que las mentiras encajen perfectamente. Esa es la diferencia entre los “políticos” al servicio del capital que piensan y actúan en beneficio de la minoría dominante.
PD.
Qué hermoso va a ser mi sueño hoy! Beso, una vibración de ellos amiga y camarada Gabriela, como luciérnagas irán llegando a tu iluminada tierra ya vigilante, dispuesta para la defensa. Tu lucha es nuestra lucha, desde mis manos solidarias puños, flores y estrellas rojas. Como rubís de futuro, piedras preciosas, como ojos de vanguardia siguen iluminado el camino de la utopía, esa que se esconde no se sabe dónde. Haciéndome eco de Gabriela Mistral, me despido:
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú.
Sé tú el que aparta la piedra del camino.
Gilbert Keith Chesterton
‘Nunca pude admitir una utopía que no me deje la libertad que yo más estimo: la de obligarme’
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