….. durante las próximas elecciones presidenciales en diciembre 2012
Desde que ganó Hugo Chávez sus primeras elecciones presidenciales en 1998, el gobierno de los Estados Unidos ha estado intentando sacarlo del poder. Con inversiones multimillonarias, cada año las agencias de Washington asesoran y ayudan a los sectores antichavistas con sus campañas y estrategias de desestabilización en Venezuela.
A pesar de sus múltiples intentos, incluyendo un golpe de estado en 2002 que brevemente sacó al Presidente Chávez del poder, sus esfuerzos han sido en vano. La popularidad del jefe de estado venezolano sigue subiendo, y los dirigentes opositores no logran convencer al público venezolano de sus proyectos. Las últimas encuestas colocan el apoyo al Presidente Chávez por encima del 57%, mientras que la oposición no sobrepasa el 20%.
No obstante, Washington sigue buscando nuevos mecanismos para lograr su eterno objetivo de recuperar el control sobre los recursos estratégicos de Venezuela –las mayores reservas petroleras del mundo– y eso significa acabar con Hugo Chávez.
Una de sus principales tácticas ha sido la alimentación del conflicto interno en Venezuela a través de la consolidación de un movimiento opositor, que a pesar de la imposibilidad de mantenerlo unido, siempre permanece en las esferas de la política del país.
LA PLATA
El principal motor detrás de esta táctica ha sido la inversión multimillonaria de las agencias de Washington, junto a algunas europeas y canadienses, en el sector opositor venezolano, tanto como el apoyo estratégico que estas mismas agencias han prestado con asesores expertos en todo, desde la imagen hasta el discurso.
A través de la National Endowment for Democracy (NED), una agencia creada por el Congreso estadounidense y financiada por el Departamento de Estado, y la Agencia Internacional del Desarrollo de Estados Unidos (USAID), Washington ha canalizado más de 100 millones de dólares a grupos antichavistas en Venezuela desde 2002. Gran parte de ese dinero se ha utilizado en las campañas electorales de los candidatos opositores, además de las permanentes campañas mediáticas que inundan los medios nacionales e internacionales contra el gobierno de Hugo Chávez.
A pesar de la crisis económica en Estados Unidos, este dinero no ha parado.
En Febrero 2011, el Presidente Barack Obama solicitó 5 millones de dólares en su presupuesto nacional para el 2012 para financiar grupos antichavistas en Venezuela. Fue primera vez que un presidente estadounidense solicitó dinero abiertamente para financiar grupos de oposición en Venezuela, además de hacerlo en su presupuesto nacional, y en un momento en el que él mismo está recortando fondos de los servicios sociales de los propios estadounidenses. Prefiere Obama gastar dinero en esfuerzos para sacar al Presidente de Venezuela –un presidente elegido democráticamente y apoyado por la mayoría de su país– que satisfacer las necesidades de su propio pueblo.
Pero esos 5 millones de dólares sólo son la cuarta parte del dinero que Washington ya está preparando para enviar a la oposición venezolana en 2012.
LA EMBAJADA
La Embajada de Estados Unidos en Caracas, Venezuela, ha sido el centro de distribución y coordinación de la mayoría de estos fondos de la USAID y la NED desde 2002. No obstante, hasta finales de 2010, la USAID mantenía oficinas de 3 de sus contratistas en Caracas: el Instituto Republicano Internacional (IRI), el Instituto Demócrata Nacional (NDI) y Development Alternatives Inc. (DAI). A través de estas entidades, particularmente DAI, USAID canalizaba millones de dólares cada año a cientos de grupos, proyectos, campañas e iniciativas de la oposición en Venezuela. IRI y NDI suministraban más asesoramiento político que dinero líquido.
Las tres agencias de Washington salieron abruptamente de Venezuela cuando, ya a finales de 2010, la Asamblea Nacional aprobó una ley prohibiendo esta clase de financiamiento externo para fines políticos en el país. A principios del 2011, USAID colocó una nota en su página web diciendo que su programa para Venezuela se había transferido a su oficina para América Latina en Washington. Ninguna otra información sobre su Oficina de Iniciativas hacia una Transición (OTI), que había mantenido en Caracas desde 2002, se ofreció al público.
No obstante, en el presupuesto de la USAID para 2012 un mínimo de 5 millones de dólares adicionales ya aparecen apartados para sus proyectos en Venezuela. La USAID, que es un brazo financiero del Departamento de Estado, no tiene ningún proyecto autorizado por el gobierno venezolano en Venezuela. Sus únicos motivos en Venezuela han sido fines políticos, en contra del gobierno de Hugo Chávez.
Sin la presencia física de estas tres agencias en Caracas, la Embajada de Estados Unidos asume un papel más importante –y lo evidencia su notable aumento en presupuesto para 2012-. En 2010, la Embajada en Caracas tenía un presupuesto de 18.022.000 dólares; esto bajó en 2011 a 15.980.000 dólares. Pero para el año 2012, sube a 24,056,000 dólares, un aumento de casi 9 millones de dólares.
Ni siquiera hay embajador de Estados Unidos en esa embajada, solo hay una encargada de negocios. Además, el número de empleados de la embajada ha quedado igual durante estos tres años: 81 personas. No hay aumento en empleados para 2012. Entonces, ¿para qué son los 9 millones de dólares adicionales?
Sin duda son para la campaña opositora durante las elecciones presidenciales y regionales de 2012. Ahora que la USAID y sus contratistas no están operando directamente en el país, es la Embajada la que servirá como canal de estos fondos ilícitos que violan las leyes venezolanas.
Ya van 19 millones de dólares –mínimo– de Washington para la oposición en 2012, pero no es todo.
En el presupuesto del Departamento de Estado para 2012, también se destacan 48.160.000 dólares para la Organización de Estados Americanos (OEA). En la justificación de ese presupuesto multimillonario, específicamente dice que parte de ese dinero sería utilizado para “continuar el despliegue de equipos especiales de ‘practicantes de democracia’ en Estados donde la democracia enfrenta amenazas de la creciente presencia de conceptos alternativos como la ‘democracia participativa’ de Venezuela y Bolivia…”
Dice adicionalmente que el dinero se utilizaría para “apoyar la respuesta adecuada frente a las amenazas contra la libertad de expresión y los abusos cometidos por gobiernos contra sus pueblos, particularmente en Venezuela y Cuba…”
Entonces, por lo menos unos cuantos millones de esos 48 se van a canalizar a grupos en Venezuela que trabajan activamente contra el gobierno de Hugo Chávez.
LA NED
Y no hay que olvidar a la NED, que cada año ha financiado con un mínimo de 1 millón de dólares a una docena de grupos en Venezuela, incluyendo a Súmate, CEDICE, Futuro Presente, Liderazgo y Visión, Instituto Prensa y Sociedad (IPyS), Consorcio Justicia, Radar de los Barrios, Ciudadanía Activa, entre otros.
Su presupuesto para 2012, de 104.000.000 dólares, destaca lo siguiente: “En la región andina, las elecciones presidenciales en Venezuela que se celebrarán en diciembre 2012 tendrán consecuencias relevantes para el país y sus vecinos, mientras el Presidente Chávez busca la reelección para un mandato adicional de seis años. La NED apoyará a las organizaciones de la sociedad civil en sus esfuerzos para mejorar la participación electoral y promover elecciones libres, justas y competitivas”.
Aunque no distingue la cantidad exacta de dinero que la NED estará dando a los grupos en Venezuela en 2012, sí dice claramente que estarán interviniendo en el proceso electoral del país.
Todo este dinero multimillonario que se destinará a la oposición venezolana en 2012 no deja dudas que Washington sigue con sus mismos planes de siempre para interferir en la política interna de Venezuela e intentar –de cualquier manera– impedir la continuación de la Revolución Bolivariana. Al mismo tiempo, estos millones de dólares evidencian que la oposición venezolana sigue siendo, “Made en USA”.
Fuente: http://www.ciudadccs.info/?p=201125
Comentario