Por: La Jornada
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó hoy de insolente al secretario de Estado estadunidense, John Kerry, y aseguró que Washington dio luz verde a los grupos violentos para atacar al pueblo venezolano, al final de un mitin de apoyo al gobierno, en el que dijo que es inaceptable que el funcionario de Estados Unidos meta sus narices en los asuntos internos.
Caracas y por lo menos una decena de ciudades del país fueron escenario de manifestaciones convocadas por opositores y simpatizantes del gobierno, los llamados chavistas, para demandar paz y seguridad en el país, luego de que en el país se han registrado continuas marchas opositoras que han dejado un saldo de 10 muertos y 165 heridos; seis fallecieron por disparos de balas de goma, tres por accidentes automovilísticos durante las movilizaciones y uno ahorcado por un cable que los antichavistas colocan en las calles para impedir el tránsito de vehículos policiales.
La participación en las marchas de hoy, tanto a favor como en contra del gobierno de Maduro se calculó en decenas de miles de personas, si bien ninguno de los bandos dio cifras aproximadas.
“A Venezuela se le respeta, yanqui go home. Los asuntos de los venezolanos los resolvemos los venezolanos”, dijo Maduro al referirse, ante unas 50 mil personas convocadas por el sector femenino del chavismo a la marcha que denominaron Mujeres por la paz y por la vida.
Maduro reaccionó con esas palabras a declaraciones hechas por Kerry el viernes por la noche en las que dijo que el uso de la fuerza y la intimidación judicial contra ciudadanos y figuras políticas, que están ejerciendo su derecho legítimo a protestar, es inaceptable y sólo incrementará la posibilidad de que exista violencia. Así no es como se comportan las democracias.
Horas antes de que el Departamento de Estado hiciera circular las declaraciones de Kerry, Maduro propuso a Washington celebrar un diálogo con Caracas para resolver sus problemas bilaterales, que se profundizaron desde 2008, cuando el entonces presidente Hugo Chávez ordenó la expulsión del embajador venezolano, a lo que se ha sumado el cierre de espacios de cooperación entre los dos gobiernos, incluido el combate al tráfico de drogas.
Es el imperio estadunidense y nosotros somos el contraimperio del sur, la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez. Podemos sentarnos cara a cara con cualquiera y le veremos los ojos a cualquier representante del imperio, cuando sea y donde sea, con diplomacia, dijo Maduro, quien remató diciendo que al gobierno estadunidense le dolió su llamado al diálogo.
La campaña es mundial
El gobierno venezolano acusa al de Estados Unidos de promover las protestas y apoyar a políticos opositores, además de haber respaldado el golpe de Estado de abril de 2002 que puso a Chávez unas horas fuera del palacio presidencial de Miraflores.
Venezuela va seguro en la construcción del socialismo y se la tienen que calar (aceptar). Venezuela es una patria con mayoría chavista, respeten, apuntó Maduro, que también recomendó al gobierno del presidente Barack Obama que se preocupe por la pobreza de su país.
El mandatario venezolano destacó en su discurso que su gobierno es resultado de una elección popular en la que él venció y dijo que las manifestaciones buscan desconocer ese hecho.
Contra Venezuela no sólo hay un golpe de Estado en marcha, además hay una campaña mundial, dijo Maduro para luego referirse al cantante panameño Rubén Blades, quien esta semana cuestionó la represión a las marchas opositoras.
Me dolieron las cartas que hizo Rubén Blades, porque yo lo quiero, lo respeto. Te sigo admirando y estás perdiendo la oportunidad de que ahora la revolución bolivariana se sienta plasmada en las letras que tú algún día escribiste, manifestó.
“Rubén, ven a cantar por la paz, ven a cantar Plástico. No te dejes confundir, ven para que veas que en Venezuela la revolución es muestra de una Latinoamerica en rebeldía antimperialista”, agregó.
El presidente convocó para el próximo miércoles a una Conferencia Nacional de Paz y ante sus seguidores citó al gobernador del estado de Miranda y líder de la oposición, Henrique Capriles, para dialogar sobre la situación actual.
En los municipios de Sucre y Chacao –ubicados en la zona metropolitana de Caracas– hubo nuevas movilizaciones de opositores que reclaman la liberación de Leopoldo López, líder del pequeño partido Voluntad Popular, que gobierna en la ciudad de San Cristóbal, capital del estado de Táchira, donde se encuentra la Universidad de Los Andes, epicentro de la primera manifestación estudiantil celebrada el 4 de febrero, exigiendo seguridad.
Ante unos 50 mil opositores, Capriles afirmó que el gobierno de Maduro es un error de la historia los invitó a formular una agenda de demandas que sea presentada ante el presidente”.
Deben exigir una amnistía para todos los detenidos, incluyendo a López. Exigimos el desarme de los paramilitares. Al pueblo chavista lo respetamos y lo queremos, pero que no venga ahora Maduro a confundir lo social con los paramilitares, que son grupos con armas que usan sin ninguna consecuencia, afirmo en referencia a los llamados colectivos, grupos de chavistas que enfrentan a disidentes.
De acuerdo con la Fiscalía General, 24 estudiantes que fueron detenidos en días recientes están encarcelados y serán próximamente procesados por diversos delitos que, sin embargo, no se han dado a conocer.
Desde La Habana, mientras tanto, el presidente Raúl Castro afirmó que los hechos en Venezuela confirman que donde hay un gobierno que no convenga a los intereses de los círculos de poder en Estados Unidos se convierte en blanco de campañas subversivas.
La OEA propone alternativa
A su vez, el secretario de la Organización de Estados Americanos, Miguel Insulza, dijo que si en Venezuela ya no hay confianza en nadie, ninguna persona o institución que garantice una postura ecuánime y no comprometida, tal vez actores provenientes de nuestra propia América sean una alternativa posible.
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