Ha sido el ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, quien ha revelado detalles de una operación de inteligencia que desarticuló un complot para desestabilizar al país y atentar contra altos funcionarios del Gobierno, incluidos el presidente y la vicepresidenta del país, Nicolás Maduro y Delcy Rodríguez, respectivamente, así como el propio Cabello, que también es vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

En el transcurso de una declaración pública, Cabello ha informado de la detención de tres estadounidenses, dos españoles y un checo  en Venezuela por estar vinculados a un plan para “generar violencia” y “desestabilizar” el país, así como de la incautación de un impresionante arsenal compuesto por 400 fusiles y pistolas “proveniente de Estados Unidos”.

Los ciudadanos españoles son José María Basoa y Andrés Martínez y fueron detenidos en la ciudad fronteriza de Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas (sur).

Según la información facilitada por Cabello, “han contratado a mercenarios de Europa del Este, a norteamericanos, buscando atacar a Venezuela”, indicando la vinculación de las agencias de Inteligencia de Estados Unidos y España con varios opositores venezolanos en el exilio, entre ellos, Iván Simonovis, Julio Borges y Carlos Vecchio.

Basándose en testimonios de los capturados, Diosdado Cabello ha expresado: “La CIA (Agencia Central de Inteligencia estadounidense) está al frente de esta operación. Y la otra, que tampoco nos extraña, (…) es el Centro Nacional de Inteligencia de España”.

Por su parte, el gobierno español ha negado que los dos españoles detenidos pertenezcan al CNI.