Por: Argenis Ortiz Malavé
Los mayas la llamaron Malitzín nombre que deformado al castellano sonó como “ Malinche”.
Nacida en 1502, Hija de nobles y ricos su nombre fue Malinalli en lengua Tenépatl. (Náhuatl). Siendo niña es cedida a los triunfadores mayas como esclava. Al cumplir 17 años es nuevamente regalada por los mayas, a los nuevos amos españoles. Resulto en amante de tres conquistadores españoles, siendo Cortez el segundo de ellos.
La Malinche tuvo un papel relevante en la conquista de México, según afirma Bernal Díaz del Castillo, en su “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, allí encomia repetidamente su compromiso con los conquistadores y su valor en la batalla. Fallece de viruela (enfermedad traída por los españoles a América) en 1529.
Ver la seducción y enfermiza fascinación de algunos políticos criollos, por ser aprobados en los círculos políticos extranjeros, (más allá de la pena ajena), resulta en un peligroso paradigma de rechazo a lo propio como práctica diaria del vivir.
La diputada María Corina Machado, (nacida en noble y rica cuna, de capitanes del improductivo capital venezolano), el viernes 21 pasado pretendió acusar al Gobierno Nacional Bolivariano, (del cual hace formalmente parte), de asesino y terrorista, entre otras canalladas.
La insostenible calumnia fue intentada mercadear al mundo, bajo la anuencia del “Capital Imperial” y algunos de sus países asalariados, en uno de los escasos y devaluados escenarios, que le restan al capital globalizado, la O.N.U.
Afortunadamente y en descargo de la fascinación nuestra americana hacia el invasor y verdugo del norte; de los 36 países miembros, 22 vetaron la puesta en escena del circo mediático contra Venezuela.
El auto denigración (los vende patria)
El cincelado ideológico trazado por los EEUU, a lo largo de los últimos cien años, va desde las sangrientas invasiones a los países del sur, pasando risueño por las luces de la industria cinematográfica, y se enraíza en la creación de identidades ajenas a la realidad, en el caso de la “culturas de fronteras”. Para terminar hoy día en descarado pitiyanquismo político activo.
Desde cualquier explotación, llámense bananeras, petroleras, auríferas, de servicio o comercial en nuestra latinoamericana, siempre los ricos han celebrado la dominación extranjera, cualquiera sea la cuestión, y entendían su participación como natural, su intromisión como la presencia del desarrollo, su robo como de la modernidad, ellos venían a ayudarnos contra nosotros mismos (contra los pobres), contra nuestro atraso y barbarie.
Ese celebrar la cultura del invasor como la buena, lo extranjero como el modelo a seguir; denigrando de lo propia (la patria), como atrasada y bárbara. Ese hacer, que los vende patria han cabalgando como el mito del desarrollo y la modernidad, termino en hacer propio e instaurar como natural la hegemonía gringa y el desprecio a lo nacional, a la patria.
Hoy que el modelo venezolano, después de escasos 14 años, comienza a rendir fruto en la construcción de la Patria. La oposición protesta convertida en guarimbas, en violencia, en muerte, en auto secuestro domiciliario por basura, en propagación del miedo, en inventar enemigos harapientos, armados y resentidos venidos de la pobreza, llámese cerro, llámese barrio, llámense colectivos… siempre llamándose los otros; “los pata en el suelo”.
Los cobres, no tienen amigos (no tienen patria)
La oposición se opone a la patria en un ejercicio de auto denigración, denigración a lo nacional. Y es hasta entendible, puesto que ellos nunca han sido o han tenido patria, ellos solo han tenido dinero y al igual que la Malinche, siempre han sido regalados al invasor, al dominador, son servidores, son esclavos.
Ellos que hoy nos atacan(a la patria), desde puestos de batalla de países extranjeros, ellos son representantes del capital nacional, ellos son la comparsa del capital global, de las trasnacionales. Y recordemos que el capital es internacional, es apátrida, el capital solo reconoce y cuida al capital; o como decía mi viejo: los cobres solo cuidan a los cobres.
Vivir en la frontera del miedo (hasta que caiga Maduro)
La actual situación de sobresalto, de miedo, de expectativa, de no saber que viene, es asimilable a la condición descubierta en la década del 50 y que llamarón el Síndrome Puertorriqueño, síntomas tales como: «”repentinos estallidos de hostilidad verbal hasta violentas agresiones físicas, desde conductas totalmente pueriles hasta estados catatónicos, desde amnesias generalizadas hasta intentos de suicidio, desde estados frenéticos hasta el absoluto desinterés por la apariencia física, desde pérdida parcial de la conciencia hasta trastornos convulsivos seguidos de amnesia- Metapolítica, vol. 15, núm. 75, octubre-diciembre, 2011, pp. 36-41]. »
La psicoterapeuta Patricia Gherovici ha podido trabajar estos síntomas en la población boricua –sobre todo en áreas urbanas de EEUU- relacionándolos con la particular situación social, racial y política del inmigrante puertorriqueño, haciendo de las experiencias individuales la alegoría de una situación colectiva….Según la analista, aquellos síntomas se asemejan a la histeria freudiana: sólo que, haciendo una lectura lacaniana, interpreta esa histeria como ejemplo paradigmático de la relación de poder entre sujeto y patrón. Freud identificaba como situación histerizante aquella en la que alguien se encuentra en situación pasiva, pendiente de la demanda del Otro.
Curioso en verdad, resulta el comprar la anterior descripción del estudio con la situación actual nuestra: «manifestaciones somáticas combinadas con terror, agitación y violencia, y que incluye parálisis, convulsiones, mutismo, estrés,…»
La oposición ha demostrado su malicia en el combate y un compromiso con los conquistadores, esto es traducible en lo decía sentenciosamente un dirigente adeco, (Batista, creo es el apellido) mientras conversaba con el presidente de Copei en el Zulia (Rogelio Boscan), en días atrás. Se alardeaban uno al otro, mientras esperaban quejosamente, turno para pagar el recibo de electricidad; «vamos a colgar un chavista en cada poste luz, no van a alcanzar los postes».
Al menos reconoce que somos muchos, tantos como postes de luz en Maracaibo y que tendrán que colgarnos a todos, claro está con ayuda de ejércitos extranjeros.
Como cosa irónica, vale recordarles que con la ansiada invasión militar a la patria, para derrotar a los Chavistas, visto que ellos no pueden. Les puede suceder como a la MALINCHE, quien muere de viruela, una enfermedad que no existía en la América pre colombina y que mataba por igual a los indiecitos pata en el suelo, que a los señores ricos de las castas ricas y nobles, quienes ayudaron a los invasores.
Recuerden que no existen las bombas o las balas solo mata chavistas.
Comentario