Fuente: Prensa Latina
- Considerado un símbolo del humorismo y del cine mudo, Charles Spencer Chaplin puede recordarse hoy en su natalicio como el hombre genio de la cinematografía mundial, con excepcionales dones y un histrionismo a prueba de corazón.
Casi al finalizar la Primera Guerra Mundial era uno de los hombres más reconocidos del universo de la gran pantalla, pero la vena le asomó de sus padres, quienes estuvieron relacionados con el espectáculo, en especial, con el género del music-hall.
Tan genial fue que debutó a los cinco años al reemplazar a su madre en una actuación y en 1912, con 23, había actuado con la compañía teatral de Fred Karno, recorriendo diversos países.
Su personaje Charlot debutó en 1914 en la película Ganándose el pan, mientras rodó treinta y cinco cortometrajes durante todo ese año.
Entre aquellas primeras cintas de Chaplin estaban Todo por un paraguas, Charlot en el baile, y Charlot y el fuego.
Sin embargo, sus películas más destacadas fueron La quimera de oro (1925), Luces de la ciudad (1931), Tiempos modernos (1936) y El gran dictador (1940).
Chaplin incluía en sus momentos de filmación técnicas de mímica, pantomima y demás rutinas de comedia visual, y desde mediados de la década de 1910 dirigió la mayoría de sus filmes.
En 1916 también se encargó de la producción y dos años después compuso la música para sus obras. En 1919 fundó la compañía United Artists.
A lo largo de su carrera recibió múltiples reconocimientos y nominaciones, entre ellos, el premio Óscar Honorífico en 1928 y 1972.
Obtuvo la candidatura al Premio Nobel de la Paz en 1948 y fue nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico en 1975.
Frente a tanto ingenio y talento era de esperar que Chaplin tuviera una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood, colocada en 1970.
Muchos creen que merecía muchos más galardones y tienen razón, pues su carrera como actor, director y productor de cine fue prolífica, sin embargo, aquí está entre nosotros siempre con su inconfundible imagen.
Sus últimos trabajos fueron Un rey en Nueva York y La condesa de Hong Kong. El gran histrión falleció en el año 1977.
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