Este mes de homenaje se instituyó en el año 1976. Sin embargo, su elección está inspirada en la Semana de la Historia de los Negros, que en 1926 había propuesto el intelectual Carter G. Woodson. Este destacado personaje es considerado como el “Padre de la historia negra” en Estados Unidos, por su enorme contribución a esta disciplina desde un enfoque afrocentrado.

Woodson nació el 19 de diciembre de 1875, sus padres habían sido esclavizados en Virginia. Se convirtió en el segundo afroestadounidense en obtener un doctorado de la Universidad de Harvard, y fue el primer profesor afrodescendiente titular en la Universidad de Howard. A lo largo de su trayectoria escribió más de 30 libros sobre historia y cultura afroestadounidense, entre los cuales se destaca “The Miseducation of the Negro” en 1933, y “The African Background Outlined” en 1976. Además de sobresalir como académico, fue un prolífico periodista y activista. Entre sus esfuerzos más importantes se encuentra la creación de la Asociación para el estudio de la vida y la historia afroestadounidense (ASALH), junto con su órgano de difusión el The Journal of Negro History.

Woodson argumentaba que era importante contar con un mes de reconocimiento ya que a los afrodescendientes se les había enseñado a aceptar una posición inferior dentro de la sociedad estadounidense tras la abolición de la esclavitud. Entendía que la educación para las nuevas generaciones debería centrarse en los logros de los afroestadounidenses y en cuestiones que sean importantes para su comunidad, en contraposición con la enseñanza hegemónica centrada totalmente en las personas blancas. Esta crítica al sistema educativo que se puede leer de forma detallada en “The Miseducation of the Negro”, y a lo largo de decenas de artículos de opinión que publicó en The Journal of Negro History, centran su atención en el orgullo por la propia herencia cultural de los afroestadounidenses y en el problema del poder: “El sistema actual, bajo control de los blancos, entrena al negro a ser blanco y, al mismo tiempo, lo convence de lo impropio o imposible de convertirse en blanco.”

Esta preocupación tan grande por la educación de la comunidad afroestadounidense lo llevó a afirmar que el gran problema para el ejercicio pleno de los derechos de las personas negras era la educación que recibían: “En geografía, las razas fueron descriptas en conformidad con el programa de la típica  propaganda para engendrar en los blancos odio racial hacia los negros, y en los negros desprecio de sí mismos. (…) De la enseñanza de la ciencia, los negros fueron eliminados (…) Los africanos fueron excluidos de la literatura. No se suponía que fuesen capaces de expresar ningún pensamiento digno de ser conocido (…). Podrías estudiar historia como es ofrecida en nuestro sistema de educación, desde la primaria hasta la universidad, y no escucharías mención de África excepto de manera negativa.”

Woodson no veía, sin embargo, la educación como un camino individual de éxito, sino que hacía hincapié en la necesidad de pensar de forma comunitaria, una educación para la comunidad y desde la comunidad: El programa para la elevación del negro en este país debe basarse en un estudio científico del negro desde adentro para desarrollar en él el poder de hacer por sí mismo lo que sus opresores nunca harán por él”

Tras su fallecimiento el 3 de abril de 1950, el contexto de lucha por los derechos civiles de los afroestadounidenses recrudeció. Y con él también la consolidación de Woodson como un ícono y de febrero como un mes celebratorio. Casi 20 años después de su muerte, el entonces presidente de los Estados Unidos, Gerald Ford, sucesor de Nixon tras el escándalo Watergate, instituyó el Mes de la Historia Negra. Según explicaba Woodson, era importante que se conmemore en febrero para destacar las figuras de Frederick Douglas y Abraham Lincoln, dos de los abolicionistas más importantes del siglo XIX. Como resultado, desde entonces en las escuelas y universidades de Estados Unidos se realizan actividades alusivas, hay presentaciones de películas, exposiciones en museos, y toda clase de eventos públicos.