Esta vez
el metro y la rima se me niegan,
la imagen y metáfora se eclipsan
ante tanta injusticia e ignominia.
No hay un paño que limpie tanta sangre,
no hay un mar que contenga tanto llanto,
nadie hay que calme el desconsuelo,
ni milagro que alumbre en este caos.
Esta es la visión de los vencidos,
que una nueva conquista hemos sufrido,
ha triunfado la corrupción e impunidad.
Hoy mi Patria se quiebra y desmorona,
su gloria es la transa y la maldad,
sus aguas son fango salitroso
y nuestro alimento rastrojo sin sabor.
Me dueles hasta el alma ¡Patria mía!
La que un día fuiste doncella casta,
raptada por Velarde, por Pellicer cantada,
hoy, cual doliente fantasma, desgreñada
gimes por tus hijas, impunemente masacradas.
Patria, vendida, violada y traicionada.
Estamos todos en un foso infinito,
en soledad perdidos en negro laberinto
y no hay estrella que nos señale la salida,
ni Dios que se apiade de este cruel destino.
Pues nuestra voz no llega a las altas curules
donde en juego de azar nuestro país se apuesta
y siempre dados cargados se arrojan a la mesa.
Nuestra voz no la escuchan los altos magistrados,
aquellos judas negros con togas disfrazados
que danzan al compás del oro al tintinear
y en su pérfida alquimia convierten al Derecho
en cruento carnaval, negocio personal;
donde es tan gran pecado el reclamar Justicia,
que irremisiblemente se paga con la vida.
Y ante tanto crimen, tanta negrura,
te elevas tú, Marisela, madre huérfana de hija,
sobre este erial de desventura
como cactus enhiesto en el desierto,
con tu nombre de mar y de amargura.
Emisaria de todas esas madres que,
buscando a sus hijas, desoladas,
sólo encuentran un puñado de huesos
calcinados por el sol, por la lluvia y el olvido.
Marisela, madre despojada
de la hija, la clemencia y la justicia.
¿Cómo enjugar tu llanto peregrino?
¿Cómo enjugar tu sangre derramada
en sacrificio inútil, impune, inicuo?
Zaida Cristina
LOS HECHOS
En agosto de 2008 fue asesinada la joven Ruby Marisol Frayre a manos de su pareja, Sergio Barrasa, quien después de mutilar el cuerpo lo arroja a una zanja.
Los hermanos y madre de la víctima, Marisela Escobar, después de una acuciosa búsqueda, localizan al asesino y dan parte a la justicia. Tras un juicio rápido, Sergio Barrasa confiesa su crimen, mas los jueces (Catalina Ochoa, Nezahualcóyotl Zúñiga y Rafael Boudio) liberan al criminal.
La madre de la víctima, Marisela Escobar, organiza un movimiento cívico exigiendo justicia y recorre las calles por varias ciudades. Luego establece un campamento frente al palacio del gobierno de la capital del estado de Chihuahua; en el noveno día de su plantón Marisela es asesinada a la luz del día y a las puertas del palacio de gobierno.
Días más tarde el comercio de la familia de Marisela es incendiado.
Durante 2010 fueron denunciados 1,368 feminicidios en el territorio mexicano ¿Cuántos de ellos han sido castigados?
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