Transcurre el tiempo, todo parece cambiar,Tinku no quiere congelarse en el tiempo. La debilidad de imitar a los demás nos llevó a un callejón sin salida. Pero, como Bertolt Brecht decía: las revoluciones se producen en los callejones sin salida. Frente a nuestro problema, estamos en la busca de una propia solución.
Las contradicciones el mundo actual se injertan también en Tinku. El estar solos nos permite conocernos mejor y valorarnos como personas no como cosas. Recién cuando aceptamos nuestras limitaciones las podemos trascender, porque disimularlas o adoptar poses de ”otro” de nada nos sirve.
La reflexión nos ayuda a elevar la conciencia, o sea, poder ver la realidad desde una perspectiva del encuentro y desencuentro, a conectarnos con lo verdadero, comenzar a conocerlo para desarrollarlo.
Tinku traduce en debilidades toda ausencia de cambio, o todo deseo autentico no cumplido. Lo importante no es lo que no tenemos sino que hacemos con lo que si tenemos? Tinku no deja definirse con otros de acuerdo a la imagen que tengan de nosotros, no tenemos necesidad de depender de nadie ni sentirnos culpables por no cumplir los proyectos que no son nuestros.
La filosofía de la liberación no es un proyecto contemplativo, es una praxis que le parte el hocico a las filosofías conservadoras, y pugna por la transformación del hombre nuevo!!
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