Por: Ramón Pedregal Casanova
Cuando el Palacio de Invierno fue tomado por las tropas revolucionarias, bolcheviques, … Vladimir Ilich había estado trabajando toda la noche y sin duda estaría sumamente cansado. De pronto, cuando nadie lo esperaba, salió de la habitación completamente vestido, enérgico, lozano, animoso, alegre y bromista.
– ¡Les saludo en el primer día de la Revolución Socialista! -dijo a todos, y su rostro no denotaba el menor cansancio, como si hubiera dormido magníficamente, pero en realidad, sólo había disfrutado de dos o tres horas de sueño, todo lo más, después de una jornada de veinte horas de espantoso trabajo. Cuando todos se reunieron para tomar el té y salió del cuarto Nadiezhda Konstantínovna -que también había pasado la noche con nosotros-, Vladímir Ilich sacó del bolsillo unas hojas de papel, escritas ya en limpio, y nos leyó su famoso “Decreto sobre la tierra”. …
Autor: Vladímir Bonch-Bruévich, Jefe de la Secretaría del Consejo de comisarios del Pueblo.
Se encuentra en el libro Relatos de la Revolución Rusa. Edición homenaje a los 100 años de la Revolución. Editorial Hiru.
… / Cuando terminaron de tomar por asalto / El Palacio de Invierno, el soldado / Quiso regresar a su hogar, porque allí / se habían repartido ya las tierras de los propietarios. / Entonces Lenin le dijo: Quédate. / todavía hay explotadores. / Y mientras haya explotación / Hay que luchar contra ella. Mientras tú existas, / tienes que luchar contra ella. / Los débiles no luchan. Los más fuertes / Quizás luchen una hora. / Los que aún son más fuertes, luchan unos años. Pero / Los más fuertes de todos, luchas toda su vida, / Éstos son los indispensables.
Versos de Poema a Lenin. Autor: Bertolt Brecht.
En los momentos que vivimos, los regímenes que se conocen como “occidentales” han levantado un muro para impedir la llegada de noticias. No es nada nuevo, en lo que llamamos España la segunda edición de Don Quijote de La Mancha se quedó en las prensas porque entonces la monarquía y la iglesia prohibieron la entrada de libros y manuscritos desde el extranjero, y sacaron los libros de todos los sitios en los que podía haber y los quemaron. Cerraron las puertas a cualquier conocimiento, el exterior era el “enemigo”. Durante 10 años no hubo donde leer. El mundo estaba cambiando y trataban de impedirlo.
Cuando los franquistas-nazifascistas derrotaron al pueblo, sacaron los libros de las bibliotecas, de las universidades, de las casas particulares, y en montañas de millones los enemigos de la clase trabajadora los quemaron en las plazas. Las gentes trabajadoras que eran descubiertas sabiendo leer y escribir eran sospechosas de haber estado en territorio republicano y se convertían y eran perseguidas.
Con el triunfo de los enemigos de la clase obrera en España, la propaganda anticomunista, el oscurantismo, la recreación de la ignorancia y el embrutecimiento, la falsedad fruto del capitalismo como orden social de progreso, su negación de la formación humana, ocultó la verdad histórica, prohibió, persiguió, encarceló, mató, … a quien defendía la formación de un mundo proletario. El capitalismo censuró y mintió tanto que, tiempo después, llegó a matar en la cabeza de la gente la mínima capacidad de pensamiento, llegando a hacer creer que “los rusos” tenían cuernos y rabo. La profundidad y extensión del embrutecimiento hizo del capitalismo el más perfecto criadero de animales humanos.
Hoy en “occidente”, los regímenes imperiales han prohibido todo lo que pueda tener como referencia a Rusia, la literatura, la música, la pintura, el idioma, la información de lo que ocurre en la guerra que tiene a Ucrania como seudotitular, todo se dirige a la negación del pensamiento, característica de los seres humanos. Semejante prohibición es la señal de que el gran capital se ha propuesto llevar adelante el desconocimiento, la degradación de aquellos a los que quiere robar para sobrevivir, quiere la deshumanización absoluta de sus dominados, la ignorancia más brutal, el sometimiento a su obediencia, quiere “carne de cañón” para hundirnos en la guerra de la mayor profundidad histórica que nunca se ha dado, para no desintegrarse el gran capital está dispuesto a llevarnos a la 3ª Guerra Mundial.
Estamos bajo otra crisis imperial. Todo lo que significa crisis – decadencia del imperio, ha conllevado guerras para reactivar su explotación, mientras trata de hacer creer que su decadencia es culpa de quien no obedece sus “reglas”, lo mismo que en épocas anteriores en las que veía próxima su debacle y el nacimiento de un mundo en transformación política, social y económica.
La primera Revolución Socialista triunfante, que llenó de esperanza y anhelo a la clase obrera del mundo, fue la Revolución Rusa, 1917. Con ella se derrotaba la ignorancia con la que aplastaba el gran capital, quedaba derrotada la prohibición del conocimiento, la falsedad del capitalismo, la deshumanización. En lo que se llama “occidente” el capitalismo se remozó y su desarrollo creó nuevas formas de sometimiento a la ignorancia, como hemos visto en líneas anteriores.
El 22 de abril fue el aniversario del nacimiento de Vladimir Ilich Unlianov, Lenin.
Recordemos a Lenin, leamos a Lenin, conozcamos la Revolución Rusa: fue una rebelión contra los imperios que estaban en guerra a la búsqueda de su “reseteo”, de su recomposición.
Con el triunfo de la Revolución, Lenin promulgó tres decretos, el primero fue el de la Tierra, que acabó con la propiedad de los terratenientes y entregó la tierra a los campesinos; el segundo decreto fue el de la Paz para salir de la guerra; y el tercer decreto fue el de las Nacionalidades, con el que se daba la independencia a las naciones oprimidas por el zarismo, o si era su deseo podían formar parte de la República Socialista Soviética de Rusia.
Lenin, el 30 de agosto de 1918, sufrió un atentado al salir de la fábrica Michelson. Una mujer le gritó y cuando se dio la vuelta le disparó tres veces con balas envenenadas. A consecuencia de ello fue perdiendo su salud hasta fallecer el 21 de enero de 1924. Los disparos los hizo la colaboracionista de las potencias capitalistas, la socialdemócrata, Fani Yefímovna Kaplan. Miren lo que hace hoy la socialdemocracia.
10.000.000 de hombres y mujeres de la clase trabajadora (diez millones), obrera y campesina, pasaron ante su féretro rindiéndole el más sentido homenaje. La mayor orquesta de cuerda del país interpretó una marcha fúnebre. Fue el dirigente del primer Estado obrero del mundo. La conciencia de clase nos hace humanos.
Comentario