Fuente: Insurgente.org
Según los datos sacados por la Oficina Nacional de Estadística China, su economía creció un 4,5% -superando previsiones en torno al 4%– en el primer trimestre del año 2023, en comparación con el mismo período del año anterior. Un aspecto importante de la noticia es que el crecimiento del PIB de China ha sido impulsado por la producción industrial y el consumo interno, siendo este último el que más le interesa al gobierno. La producción industrial ha aumentado un 3%, mientras que el consumo interno se ha visto impulsado por un aumento del 5,8% en ventas minoristas de bienes de consumo. Estos datos son relevantes porque sugieren que la economía china está diversificando su base de crecimiento, en lugar de depender únicamente de la exportación de bienes manufacturados.
El país oriental ha demostrado una gran capacidad de adaptación ante las agresiones que ha enfrentado -y sigue enfrentando- por parte de su principal rival geopolítico. Aún desde la implementación de políticas proteccionistas y restrictivas hacia China con la administración Trump, incluyendo aranceles a la importación de productos chinos y restricciones a la inversión, hasta las prohibiciones de exportación de semiconductores con la nueva administración de Biden, la economía china ha logrado crecer de manera constante y sólida.
Si bien es cierto que la nación ha decidido confrontar con contundencia las acometidas comerciales de Estados Unidos, no es menos cierto tampoco que el país oriental ha optado por una estrategia más pragmática y centrada en su propio desarrollo interno. Por ejemplo, ha implementado reformas estructurales para impulsar la innovación, mejorar la eficiencia y reducir los costos de producción. Además, está cumpliendo los objetivos de su último Plan Quinquenal al fomentar el consumo interno, la inversión en infraestructuras y tecnologías avanzadas para reducir su dependencia de las exportaciones.
China está demostrando una vez más -y muy a pesar de los “expertos”- su versatilidad y determinación para seguir adelante con su propio desarrollo. Aunque las tensiones entre la potencia oriental y la norteamericana seguirán siendo un desafío en el futuro, el país ha probado que está lista para hacer frente a todas las agresiones que lleguen.
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