Fuente: Terc3ra
El eurodiputado de IU critica en la cumbre de Eurolat la “disparidad de cifras” que hablan de una emergencia humanitaria en el país suramericano y exige a Bruselas que apoye el levantamiento del bloqueo financiero y anule las sanciones.
El eurodiputado de Izquierda Unida Javier Couso reclamó el pasado lunes en Viena una salida dialogada a la crisis en Venezuela, frente a la asfixia económica a la que contribuye la Unión Europea con sus “sanciones unilaterales” y las llamadas a la intervención militar que ha hecho en repetidas ocasiones el secretario general de la organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
“Exija que se levante el bloqueo comercial y las sanciones y dirijámonos al Gobierno de Venezuela, no desde la injerencia, sino hablándole de tú a tú para ayudar a solucionar los problemas. No con una intervención militar como pidió hace dos días el señor Almagro. Eso provocaría decenas de miles de muertos y la desestabilización de toda la región americana, así lo han expresado también todos los presidentes de América Latina. Y a pesar de ello, sigue llamando a una intervención militar. No, la solución pasa por el diálogo y la paz”, dijo Couso durante la reunión de la Asamblea Parlamentaria Europa – América Latina (Eurolat) que se ha celebrado los últimos tres días en Austria.
En esta ocasión, uno de los puntos fuertes del encuentro entre parlamentarios de la UE y Latinoamérica era el titulado La crisis humanitaria resultante de la emigración masiva de ciudadanos venezolanos y Couso ironizó al inicio de su intervención con el hecho de que “no podía haber una cumbre de Eurolat sin hablar de Venezuela esta legislatura”.
El eurodiputado avisó desde el principio que el error “está en cómo nos acercamos para solucionar los problemas de los países de nuestro entorno” y explicó que “la crisis que ahora sufre Venezuela tiene numerosos factores exógenos” que no suelen tenerse en cuenta para tener una visión más global del asunto. “Esos factores tienen que ver con la geopolítica, con los precios del petróleo, con una extremada sequía y también con el bloqueo financiero y comercial de EEUU, Canadá y las sanciones unilaterales de la UE que se traducen en el bloqueo de activos, bloqueo e imposibilidad de hacer transacciones económicas, e incluso bloqueo de medicinas”.
Y al no analizar todas las claves, se corre el riesgo de quedarse sólo con la versión de “factores políticos extremistas que quieren convertir una crisis económica y un problema migratorio en una emergencia humanitaria del calibre de la de Gaza, Yemen Libia o Siria, como la que sufrimos después de las intervenciones de la OTAN, con casi un millón de refugiados reconocidos por la ONU”.
Couso se ha mostrado preocupado por “la disparidad de cifras entre las agencias de la ONU” a la hora de tratar los dos aspectos en lo que más está incidiendo la UE a la hora de hablar de Venezuela en los últimos meses: el desplazamiento de personas y una supuesta crisis alimentaria. Pero cree que es precisamente esa disparidad de cifras lo que está evitando que la situación se lleve “a ese nivel que pueda proporcionar la infame Responsabilidad de proteger que, utilizando la coartada humanitaria, sirvió para bombardear la República Federal de Yugoslavia, e intervino en Irak o en Libia”.
“Yo veo la lista de la FAO de crisis de alimentación de marzo de 2018 donde se señala a 37 países y ninguno es Venezuela”, dijo. “También es curioso -continuó- ver las cifras de ACNUR y la OIM” sobre desplazamiento de personas.
“Acnur no poseía cifras sólidas, pero según ellos menos del 1% de las personas que han salido de Venezuela en 2018 eran refugiados. Después, la OIM incluso ha dado hoy mal aquí los datos de España, porque se ha hablado de 28.000 solicitantes de asilo, cuando según Eurostat, en 2017 hubo 10.350 solicitudes de asilo”, ha dicho antes de criticar al Gobierno del PP por haber “concedido sólo 15 de las 10.000”. “Eso se llama mucha cara y mucho fariseísmo”, añadió.
La propia OIM, prosiguió, “en agosto de 2018 dice que las cifras reales podrían ser menores que las de ACNUR, que hablaba de entre 2,3 millones y 2,5 millones de venezolanos, pero, añadía, no tienen características de ser incontrolables”.
El eurodiputado de IU se cuestionó tanta atención a lo que está pasando en Venezuela y por qué “nunca se habló de la crisis humanitaria en los éxodos producidos en Centroamérica a EEUU” en los noventa, o en Colombia, “el país con más refugiados internos del mundo”.
“Este año Acnur coincide con el Gobierno colombiano en señalar que hay 7,7 millones de desplazados internos en Colombia, 250.000 más este año, pero es que entre cuatro y cinco millones de colombianos huyeron de Colombia a Venezuela durante el conflicto y viven hoy allí, ¿quién los ayudó?”, se preguntó.
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