Fuente: Noticias Aliadas
Presidente estadounidense Donald Trump anunció cancelación de acuerdo de apertura de relaciones diplomáticas con Cuba. |
“Lograremos pronto una Cuba libre”, dijo el presidente estadounidense Donald Trump el 16 de junio en un discurso en Miami para una audiencia conformada por exiliados cubanos que aplaudió frenética.
Según Trump, las políticas de acercamiento hacia Cuba impulsadas por el expresidente Barack Obama (2009-2017) no favorecen al pueblo cubano, sino que enriquecen al régimen.
El 17 de diciembre del 2014, Obama y el presidente cubano Raúl Castro anunciaron el inicio de un diálogo para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas en 1961, acuerdo que tuvo como mediador al papa Francisco.
Obama defendió la reapertura de relaciones entre EEUU y Cuba como una forma de desmontar una política que no dio los resultados esperados por los sucesivos gobiernos estadounidenses desde 1960 para promover cambios internos en la isla. Desde entonces se incrementaron los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla, se reanudaron las comunicaciones vía marítima y aérea y la economía experimentó mejoras, pero no se concretó el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, ni el cierre de la base militar estadounidense en Guantánamo, debido a la negativa del Congreso con mayoría republicana, encargado de aprobar dichas medidas.
Aunque Obama emitió órdenes ejecutivas para el cierre de Guantánamo, no logró que su clausura se hiciera efectiva, como tampoco el levantamiento del embargo, aunque promulgó una serie de dispositivos que lo aliviaban.
“Estoy cancelando, para hacerse efectivo de manera inmediata, el acuerdo totalmente unilateral con Cuba de la anterior administración”, dijo Trump. “Hoy estoy anunciando una nueva política, tal como lo prometí durante la campaña”.
“Nuestra política buscará un mejor acuerdo para el pueblo cubano y para EEUU. No queremos que los dólares estadounidenses apoyen un monopolio militar que explota y abusa de los ciudadanos cubanos”, manifestó.
Las medidas anunciadas por Trump incluyen restricciones al ingreso de dólares hacia Cuba “que fluyen a los militares, servicios de seguridad e inteligencia que son el núcleo del régimen de Castro”, endurecimiento de la prohibición sobre el turismo, y mantener el embargo. Dijo además que dará pasos concretos para asegurar que el flujo de inversiones llegue directamente a las personas para que puedan abrir empresas privadas.
La respuesta de Cuba
El gobierno cubano, en un comunicado, calificó de “retroceso” la nueva política de EEUU hacia la isla, que tiene como objetivo privarla de ingresos.
“Nuevamente el gobierno de EEUU recurre a métodos coercitivos del pasado, al adoptar medias de recrudecimiento del bloqueo”, señaló. “No sólo provoca daños y privaciones al pueblo cubano y constituye un innegable obstáculo al desarrollo de nuestra economía, sino que afecta también los intereses de otros países, concitando el rechazo internacional”.
Enfatizó que “cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograr a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará condenada al fracaso”, aunque el gobierno cubano reiteró su voluntad de continuar el diálogo respetuoso.
No obstante, Trump no anunció el cierre de la Embajada en Cuba ni restablecer los beneficios migratorios que gozaban los ciudadanos cubanos desde la década de 1960. El pasado 12 de enero, ocho días antes que concluyera su mandato, Obama puso fin a la política conocida como “pies secos/pies mojados”, que permitía que cualquier persona cubana podía permanecer de manera legal en EEUU y acceder a la residencia. A partir de esa fecha cualquier cubano/a que quiera viajar a EEUU debe tramitar su visa.
La política “pies secos/pies mojados” fue implementada en 1995 durante el gobierno del expresidente Bill Clinton (1993-2001) a raíz de la crisis de los balseros en la que miles de cubanos se lanzaron al mar buscando llegar a las costas estadounidenses, huyendo de la debacle económica en la isla a consecuencia del colapso de la Unión Soviética y el recrudecimiento del embargo de EEUU hacia Cuba. Esta política consistía en que las personas interceptadas en aguas territoriales estadounidenses (pies mojados) no serían admitidas y se les trasladaría a Cuba o un tercer país, mientras que las que lograban pisar la costa (pies secos) podían permanecer en EEUU y acceder a la residencia, de acuerdo con la Ley de Ajuste.
La Ley de Ajuste, que sigue vigente, fue aprobada en 1966 y facilitaba la admisión de cubanos a EEUU como refugiados para vivir y trabajar legalmente. Actualmente, sólo un año después de haber ingresado a EEUU con visa, las personas con ciudadanía cubana pueden acogerse a la Ley de Ajuste. Para el gobierno de Cuba, la norma estimula la emigración irregular desde Cuba hacia EEUU, particularmente de profesionales altamente calificados.
Mientras tanto, está en marcha en Cuba el proceso electoral que se iniciará el 22 de octubre para elegir los delegados a las asambleas municipales, y posteriormente a delegados a asambleas provinciales y finalmente a representantes a la Asamblea Nacional que en febrero deberá elegir al nuevo presidente. Castro, de 86 años, ya anunció que dejará el poder por motivos de salud; uno de los más voceados para reemplazarlo es el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, ingeniero informático de 56 años.
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