Fuente: Terc3ra
La defensoría pública israelí se hace eco de la brutalidad de la policía local y las ineficiencias del sistema judicial del régimen de Tel Aviv.
En un informe anual divulgado este domingo, el ente israelí ha destacado algunos casos que demuestran las “ineficiencias” del sistema judicial israelí, entre las que figuran el archivo de demasiadas imputaciones, la brutalidad policial y laviolación de los derechos de los detenidos en los territorios ocupados palestinos.
El documento, entregado de forma oficial a la ministra israelí de asuntos judiciales, Ayelet Shaked, señala también que varias imputaciones archivadas refieren a casos de poca importancia o formuladas contra personas pobres que han “violado” las normas para suministrar sus necesidades básicas, como comida, electricidad, agua potable o por la ocupación de una vivienda pública abandonada.
Como ejemplo, la defensoría pública israelí ha citado el caso de un acusado que fue imputado solo por haber lanzado grava a un individuo.
La defensoría pública además ha acusado a la policía israelí de realizar cacheos al desnudo “no autorizados” de sospechosos en circunstancias que no justifican evidentemente la toma de semejante medida “invasiva”.
De igual manera, ha destacado la implicación de los agentes de la policía israelí en numerosos casos de violencia contra los residentes, mientras que, resalta, muy pocas quejas relacionadas con el tema fueron atendidas de forma cabal.
Debido a un “problema” estructural, añade el informe, hay obstáculos para la petición de un nuevo juicio contra una persona imputada de forma equívoca. De acuerdo a este ente israelí, esto ocurre porque “desaparecen” las evidencias a raíz de un sistema “imperfecto”.
Asimismo, ha agregado que la policía israelí guarda silencio a la hora de informar a los acusados que tienen derecho a consultar con un abogado antes de ser interrogados.
El informe aborda asimismo el caso de los sospechosos y acusados psiquiátricos. Evoca que ellos sufren condiciones crueles durante su detención. Los militares israelíes, según señala, los maniatan en sus camas en circunstancias en las que no se requiere.
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