https://youtu.be/mvSi8ieY5cU
Tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, EE.UU. mantiene su presencia en Afganistán, Oriente Medio y partes de África, e incluso la ha reforzado. Al contrario que su predecesor, se ha movido hacia Arabia Saudí y ha endurecido su posición con respecto a Irán. Por otro lado, ha iniciado una guerra comercial contra China, aumentando los aranceles del acero y aluminio. Ha generado conflictos con Corea del Norte, con su retórica belicista y maniobras militares en la región. Y el último ataque estadounidense a Siria y la última tanda de sanciones contra Moscú no contribuyen a normalizar las relaciones con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
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