Fuente: Insurgente.org
Será recordado en Nueva York con diversas actividades, algunas de ellas en el barrio de Harlem
El 21 de febrero de 1965, día en que fue asesinado, Malcolm X tenía 39 años. Aquel día, cerca de 400 personas se encontraban en el salón de baile Audubon en un acto de la Organización de la Unidad Afroamericana, donde Malcolm X daría un discurso.
Según historiadores, cerca de las 14:30 se desató un alboroto y comenzaron a sonar los disparos. En medio de todo aquello Malcolm X recibió seis impactos de bala frente a su esposa embarazada y sus hijas. Lo declararon muerto 15 minutos después de haber ingresado a un hospital local.
Cabe recordar que Malcolm sustituyó su apellido Little por una “X”, que simbolizaba el apellido familiar que sus ancestros habían perdido al ser esclavizados, y que él nunca conocería.
En alguna ocasión explicó: “Para mí, mi ‘X’ sustituyó al apellido del amo blanco, ‘Little’, que algún diablo de ojos azules impuso a mis antepasados”.
El Comité de Conmemoración Malcolm X (MXCC) informó que, entre otras actividades, esta tarde se realizará en el antiguo Hotel Theresa ubicado en la calle 125 y Frederick Douglass Blvd, del barrio de Harlem, una conferencia de prensa y una manifestación de apoyo a Revolución Cubana.
¿Por qué Cuba sale a relucir en la conmemoración? En 1960, con Fidel al frente, la delegación cubana, que acudió a Estados Unidos para intervenir en la XV Asamblea General de las Naciones Unidas, recibió todo tipo de impedimentos para desarrollar sus actividades. Tuvieron, incluso, problemas con el alojamiento.
A este respecto, dadas las dificultades de la delegación cubana para alojarse, Larry B. Woods a través de Malcolm X ofreció el Hotel Theresa, sito en el ghetto negro de Harlem. El entonces Secretario General de la ONU, Dog Hammarksjöld, trató de que Fidel no aceptara el modesto Theresa, de que se trasladara a uno de los buenos hoteles de “Midtown”. Pero la decisión ya estaba tomada, y los cubanos se fueron a Harlem “con los humildes, los negros y latinos preteridos y discriminados, nuestros hermanos…” Pueden imaginarse la cara que debió poner el funcionario sueco al recibir la respuesta.
En el hotel Theresa, Fidel recibió la visita de numerosos líderes mundiales, así como de diferentes personalidades norteamericanas, entre las que se encontraba el citado Malcolm X.

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