Fuente: InfoLibre
- El Gobierno ruso tilda de “inaceptable” el proyecto
- Rusia presenta un borrador propio de resolución para investigar lo ocurrido
Se confirma el uso de armas químicas en la matanza de Idlib.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no votó finalmente este miércoles el borrador de resolución presentado por Estados Unidos, Reino Unido y Francia sobre el supuesto ataque químico en la provincia siria de Idlib, debido a que no contaba con el apoyo de nueve de los 15 miembros del organismo, según informa Europa Press.
Horas antes, el Gobierno ruso tildó de “inaceptable” el proyecto, entre otras cosas porque se sustenta en información ofrecida por dos organizaciones cuya credibilidad Moscú pone en tela de juicio. “El texto presentado es rotundamente inaceptable”, dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, subrayando que el proyecto “anticipa los resultados de la investigación y simplemente señala a los culpables”.
Según la portavoz, Rusia considera que actualmente no es necesario aprobar una nueva resolución al respecto y que “son suficientes las decisiones tomadas anteriormente para llevar a cabo una investigación escrupulosa de este hecho”. Así, Zajarova restó credibilidad a la información ofrecida sobre el supuesto ataque por la Defensa Civil Siria, conocida como ‘cascos blancos’, y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. “Todos los datos falsificados sobre el tema provienen de los tristemente conocidos Cascos Blancos y el impresentable Observatorio Sirio para Derechos Humanos, con sede en Londres”, destacó.
De hecho, el portavoz de la delegación rusa ante la ONU, Fiodor Strzhozhovski, anunció que Moscú presentó un borrador propio de resolución para investigar el citado ataque. “Proponemos nuestro proyecto, breve y práctico, encaminado a una investigación real y no a denunciar a los culpables antes de determinar qué sucedió”, dijo, según informó la agencia rusa de noticias Sputnik.
La inmensa mayoría de la comunidad internacional acusaron al Gobierno de Bashar al-Assad de estar detrás del ataque en la localidad, controlada por los rebeldes. Por su parte, las autoridades sirias negaron este miércoles poseer armas químicas, condenando su uso y recalcando que cumplirá con sus obligaciones con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), tras el ataque ejecutado el martes en Idlib.
El representante en funciones del país ante Naciones Unidas, Munzer Munzer, negó “categóricamente” las “falsas acusaciones” sobre la responsabilidad de Damasco en el ataque. Así, dijo que los civiles “estaban cercados por grupos terroristas que los usan como escudos humanos”, según informó la agencia estatal siria de noticias, SANA. “Lanzar acusaciones inventadas y politizadas contra Siria y sus aliados en la guerra contra el terrorismo muestra que algunos miembros del Consejo de Seguridad (de la ONU), incluido Turquía y otros países que apoyan el terrorismo, seguirán adelante con sus peligrosas prácticas, que buscan difamar y chantajear a Siria y su Gobierno, obstruir las conversaciones de Astaná y Ginebra, y destruir las posibilidades de lograr una solución política a la crisis en el país”, manifestó.
La reunión celebrada este miércoles ante el organismo internacional contó con la participación del Alto Representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Kim Won Soo, quien afirmó que, si bien aún no se conocen muchos detalles del suceso, podría ser el mayor ataque con armas químicas desde agosto de 2013.
Se confirma el uso de armas químicas
El balance de víctimas mortales ascendió este miércoles a 86, entre ellas 30 niños, según informó el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos. El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, indicó que el número de muertos podría aumentar en las próximas horas, ya que varios de los heridos se encuentran en estado crítico.
Según el balance proporcionado por la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM), al menos cien personas murieron y unas 400 fueron atendidas con síntomas de asfixia tras el supuesto ataque químico.
El ministro de Justicia de Turquía, Bekir Bozdag, anunció este jueves que los resultados de las autopsias confirman el uso de armas químicas. Las autopsias fueron efectuadas en los cadáveres de tres sirios que fallecieron en un centro médico turco donde fueron trasladados cuando languidecían por los efectos del ataque. Los exámenes han concluido a primera hora de la mañana del jueves.
Según la información que manejan las autoridades turcas, las armas químicas fueron usadas de manera deliberada por el Ejército sirio y no pertenecían las fuerzas rebeldes ni explotaron de manera involuntaria como consecuencia de un bombardeo, como aseguran desde Damasco y Moscú.
La intención de Turquía ahora mismo es la de llevar a cabo una investigación conjunta con la Organización Mundial de Salud (OMS) para averiguar exactamente el agente empleado en el ataque y que según fuentes militares estadounidenses podría tratarse de gas sarín, aunque este extremo no ha sido confirmado. Por contra, las primeras estimaciones turcas, a falta de resultados más concretos, apuntan a gas cloro.
De hecho, la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM), dio por hecho que lo ocurrido el martes fue un ataque químico, entre otras razones por la sintomatología presentada por las personas expuestas al supuesto gas. Así, se registraron disneas, bradicardias, dificultades respiratorias, convulsiones y contracciones del iris, entre otros síntomas. Los expertos sobre el terreno analizaron la zona bombardeada y hallaron muestras de varios posibles agentes químicos, entre ellos fósforo. En la zona también se localizaron “material aceitoso aromático” que encajaría con el disolvente del sarín, según el doctor Jad, miembro de la UOSSM, en declaraciones a Europa Press.
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