Fuente: Iniciativa Debate
En su discurso triunfal, Mauricio Macri lanzó una frase que esta mañana, con la lectura de la prensa, cobró una dimensión que acabó en polémica. “No es hora de venganzas ni revanchas”, dijo el presidente electo, eufórico. Y esa misma palabra fue la que utilizó el periódico conservador La Nación para titular su principal editorial del día después: “No más venganza”, en el que sostiene que “la elección de un nuevo gobierno es momento propicio para terminar con las mentiras sobre los años 70 y las actuales violaciones de los derechos humanos”.
En el texto pide la libertad para los presos de avanzada edad condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar asegurando que es una “vergüenza nacional” que muchos de ellos mueran en cautiverio. Además, acusa al kirchnerismo de propiciar una “cultura de la venganza” y de “persecución” contra magistrados judiciales por su complicidad con los militares basándose en “mentiras”.
“Los trágicos hechos de la década del setenta han sido tamizados por la izquierda ideológicamente comprometida con los grupos terroristas que asesinaron aquí con armas, bombas e integración celular de la que en nada se diferencian quienes provocaron el viernes 13, en París, la conmoción que sacudió al mundo. Aquella izquierda verbosa, de verdadera configuración fascista antes y ahora, se apoderó desde comienzos del gobierno de los Kirchner del aparato propagandístico oficial”.
Sigue un párrafo en el que prácticamente justifica lo que hicieron los gobiernos militares durante la dictadura: “A la sociedad argentina de los años setenta no era necesario explicarle que el aberrante terrorismo de Estado sucedió al pánico social provocado por las matanzas indiscriminadas perpetradas por grupos entrenados para una guerra sucia, a los que el kirchnerismo ha distinguido con la absurda calificación de “juventud maravillosa”.
“Ha llegado la hora de poner las cosas en su lugar. Debatir que quienes sembraron la anarquía en el país y destruyeron vidas y bienes no pueden gozar por más tiempo de un reconocimiento histórico cuya gestación se fundó en la necesidad práctica de los Kirchner de contar en 2003 con alguna bandera de contenido emocional”.
En la encarnizada batalla que el gobierno de Cristina Kirchner ha librado contra el diario Clarín y también con La Nación, el tema de los derechos humanos y de la memoria histórica ha estado siempre presente. Cristina Fernández acusó en varias ocasiones a los periódicos de haber apoyado el golpe de Estado de 1976 que acabó con alrededor de 30.000 personas desaparecidas.
La enorme polémica causada por estas palabras llevó a muchos trabajadores del diario La Nación a desvincularse del editorial de esta mañana. Entre otros, el prestigioso dibujante Liniers. Y Macri debió aclarar en su primera rueda de prensa que no se refería a los procesos de crímenes del proceso militar sino al enfrentamiento político que ha marcado estos últimos años en Argentina.
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