Por : PATRICK COCKBURN
Irak se rompe en pedazos. Los kurdos tomaron el norte de la ciudad petrolera de Kirkuk, que durante mucho tiempo reclamaron como su capital. Milicianos fundamentalistas sunitas juran que capturarán Bagdad y todas las ciudades chiítas al sur de la capital. El gobierno sunita que controlaba las ciudades de esta comunidad en el centro y norte de Irak se evapora y su ejército de 900 mil hombres se desintegra. Aviones del gobierno han disparado misiles contra posiciones de los rebeldes en Mosul, capturada desde el pasado lunes por el grupo Estado Islámico de Irak y Levante (conocido como Isil), pero por lo demás, el ejército iraquí no da señales de preparar un contraataque.
Los nueve años de dominio chiíta sobre Irak, establecido después de que Estados Unidos, Gran Bretaña y otros aliados derrocaron al presidente Saddam Hussein, podría estar llegando a su fin. Los chiítas podrían conservar el control de la capital y de las provincias de población m
ayoritariamente chiíta, pero tendrán enorme dificultad en restablecer su autoridad sobre las localidades sunitas de las cuales ha huido el ejército iraquí.
Es improbable que los kurdos devuelvan el control sobre Kirkuk. “Toda Kirkuk ha caído en manos de los pershmerga (soldados kurdos), aseguró el vocero de estas fuerzas, Jabbar Yawar quien agregó: ya no hay ejército iraquí en Kirkuk.
La más probable intervención extranjera vendrá de Irán y no de Estados Unidos. El presidente iraní Hassan Rohani afirmó este jueves que Teherán actuará para combatir la violencia y terrorismo del Isil. La república islámica emergió como la potencia más influyente sobre Bagdad tras la invasión estadunidense de 2003. Irak es para Irán aún más importante que Siria, como Estado con mayoría chiíta.
Irán, de hecho, estará profundamente alarmado ante el posible surgimiento de un proto Estado fanáticamente sunita y hostil a los chiítas en el este de Irak y oeste de Siria.
Abu Mohamed Adnani, el vocero del Isil, aseveró este jueves que los chiítas, que son 60 por ciento de la población iraquí, son personas en desgracia y los acusó de politeístas.
Los chiítas de Irak bien pueden llegar a la conclusión de que su ejército falló y que tendrán que confiar nuevamente en milicias como la del Ejército del Mehdi, que fue responsable de las matanzas de sunitas ocurridas entre 2005 y 2006. En ese tiempo, Bagdad quedó casi sin sunitas, y los actos contra esa comunidad musulmana no han sido olvidados ni perdonados por estados sunitas como Arabia Saudita, que ha esperado mucho tiempo que se revierta el dominio chiíta en Irak.
En Mosul, el Isil se ha cuidado de no amenazar a la población, que es sunita, al oeste de la ribera del río Tigris. Existen grandes barrios kurdos al este de la ciudad. Los refugiados han encontrado trabas del gobierno regional kurdo para entrar a esas zonas. Toda persona que quiera cruzar es estrictamente revisada en los puestos de control y se prohíbe la entrada a hombres que vienen solos, por la sospecha de que sean insurgentes.
Dentro de Mosul, personas entrevistadas por The Independent dicen estar atemorizadas. Una mujer narró cómo una gasolinera fue hecha estallar por saqueadores a pesar de que hombres del Isil trataron de protegerla. Agregó que sus dos hermanos regresaron de hacer un trabajo y yo estaba horrorizada de que pudieran haberlos fotografiado, que sus nombres se conocieran y que vayan a ser castigados si las fuerzas iraquíes derrotadas regresan.
El motivo por el que muchas personas huyen de Mosul, o bien, les aterra un posible contraataque exitoso del gobierno, es el hecho de que toda la población sunita es susceptible de ser considerada simpatizante del Isil, independientemente de sus simpatías reales, y ser objeto de represalias.
El Isil quiere demostrar que es capaz de mantener Mosul bajo control y el suministro de electricidad ha mejorado a seis horas al día desde que salió de ahí el ejército iraquí. El vocero del Isil, Abu Mohamed Adnani, le ha ordenado a los combatientes victoriosos no molestar a quienes no los estén molestando. Sin embargo, otras proclamas anuncian una aplicación plena del credo fundamentalista del Isil.
Los kurdos toman ventaja del caos en el gobierno de Bagdad y toman territorios a lo largo de su línea de tiro, que es desde el noroeste de la capital iraquí hasta la frontera siria en el oeste de Mosul. En este momento, los kurdos han avanzado hacia el establecimiento de un Estado independiente, si bien no queda claro qué tanto están dispuestos a comprometer a sus tropas para rescatar al gobierno iraquí.
La intervención iraní probablemente consista en un refuerzo masivo de las milicias chiítas, pero para el primer ministro iraquí, Nuri Maliki, será difícil revertir las derrotas de esta semana.
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