Por: Tharanga Yakupitivage
Al año de asumir el cargo, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, recordó que la paz sigue esquiva y que este año se necesitan nuevas acciones para encaminar al mundo hacia un futuro mejor.
Desafíos como los numerosos conflictos y el cambio climático se profundizaron, además del surgimiento de nuevas amenazas como la de una catástrofe nuclear y el aumento del nacionalismo y la xenofobia.
“El mundo ha retrocedido en aspectos fundamentales”, señaló Guterres frente a la Asamblea General de la ONU.
“A principios de 2018, debemos reconocer las muchas formas en que la comunidad internacional fracasa y se queda corta”, observó.
Entre los mayores motivos de preocupación, se destaca el actual recrudecimiento de las tensiones nucleares .
Hay pequeñas señales de esperanza, como la participación de atletas de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno, así como la reapertura de canales de comunicación con su vecina del sur, recordó el secretario general.
“La guerra es evitable, lo que me preocupa es que todavía no estoy seguro de que se pueda garantizar la paz, y por eso estamos tan involucrados”, apuntó.
A pesar de las sanciones de la ONU, el líder norcoreano Kim Jong-un se niega a renunciar al desarrollo y acopio de misiles nucleares.
En una reunión realizada en Canadá, funcionarios estadounidenses alertaron de que habría acciones militares si ese país asiático se negaba a negociar.
“Es hora de hablar, pero tienen que dar el paso y decir que quieren hablar”, declaró el secretario de Estado (canciller), Rex Tillerson, a los ministros de Relaciones Exteriores presentes en el encuentro.
Un nuevo documento con la estrategia nuclear también detalla la propuesta de Washington de ampliar su arsenal atómico en respuesta a las amenazas militares de Rusia y China, lo que no hace más que mantener la tensión mundial.
Guterres también identificó a las migraciones y la protección de refugiados como asuntos prioritarios para atender este año.
El desplazamiento de personas vulnerables disminuyó, pero desde Honduras a Myanmar (Birmania) todavía hay quienes se embarcan en travesías peligrosa en busca de mejores oportunidades económicas o simplemente de mayor seguridad, y siguen chocando con la hostilidad del entorno al que llegan.
“Tenemos que tener respeto mutuo por todas las personas del mundo. En particular, la migración es un aspecto positivo; el respeto a los migrantes y a la diversidad es un pilar fundamental de la ONU y también de las acciones del secretario general”, subrayó Guterres.
El Pacto Mundial sobre Migración se adoptará este año, tras meses de negociaciones, aunque Estados Unidos se retiró y al parecer abandona sus compromisos en materia migraciones y refugiados.
El presidente Donald Trump realizó hace poco comentarios ofensivos e insultantes hacia inmigrantes de países del Caribe y de África.
El grupo de embajadores africanos de la ONU emitió un comunicado condenando los “escandalosos comentarios racistas y xenófobos” y reclamó las disculpas del caso.
Por su parte, el portavoz de derechos humanos del foro mundial, Rupert Colville, declaró: “No hay otra palabra que podamos usar que no sea racista. No se puede descartar a continentes y países enteros como ‘países de mierda’, cuyas poblaciones, que no son blancas, por lo tanto, no son bienvenidas”.
Guterres se mostró particularmente preocupado por el recorte de fondos de Estados Unidos a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Oriente Próximo (Unrwa), que ha asistido a más de cinco millones de refugiados palestinos durante casi 70 años.
“Suministra servicios vitales a los refugiados palestinos; son servicios extremadamente importantes, y no solo para el bienestar de esas poblaciones, y hay una gran preocupación humanitaria al respecto, sino que también es un elemento importante de estabilidad”, remarcó.
Un día antes del discurso del secretario general, el gobierno de Estados Unidos anunció que reduciría a la mitad su aporte a esa agencia.
El ex subsecretario general de la ONU y actual secretario general del Consejo Noruego para Refugiados, Jan Egeland, urgió a Washington a reconsiderar su decisión.
“Recortar la asistencia a niñas y niños refugiados inocentes por desacuerdos políticos entre mujeres y hombres bien alimentados es realmente una mala politización de la asistencia humanitaria”, opinó en un tuit.
Frente a los desafíos actuales, Guterres reclamó un mayor liderazgo.
“Necesitamos menos odio, más diálogo y una mayor cooperación internacional. Unidos en 2018, podemos hacer que este sea el año pivote que lleve al mundo por un camino mejor”, concluyó.
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