Entrevistado por el periodista cubano Roberto García para la agencia Prensa Latina, el presidente de la República Árabe Siria resalta la cohesión entre los diferentes componentes de la sociedad siria y la participación popular en la defensa de la Nación. Luego de señalar la preservación de la independencia nacional como un factor fundamental de la lucha que hoy libra el Estado sirio, Bachar al-Assad reconoce la similitud histórica entre ese combate y las recientes luchas de las naciones de Latinoamérica.
- El presidente Bachar al-Assad recibe al enviado especial de Prensa Latina, Roberto García, el 21 de julio de 2016.
Prensa Latina: Señor Presidente, muchas gracias por concederle a Prensa Latina esta histórica oportunidad para transmitirle al mundo su punto de vista respecto a la situación en Siria ya que, como usted conoce, existen muchas informaciones manipuladas sobre la agresión extranjera que enfrenta su país.
¿Cómo valora la actual situación militar en Siria y cuáles son los principales desafíos que enfrentan las fuerzas armadas sirias sobre el terreno en la lucha contra los grupos antigubernamentales? Si fuera posible, queremos conocer su opinión respecto a la situación actual en los frentes de combate en Alepo y Homs.
Bachar al-Assad: Obviamente, los terroristas recibieron mucho respaldo de diferentes confines del mundo. Hay más de 100 nacionalidades participando en la agresión contra Siria, contando con el apoyo de países como Arabia Saudita y Qatar, que los financian, y Turquía que les ofrece apoyo logístico, sin lugar a dudas, también con la aprobación y supervisión de Estados occidentales, encabezados por Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y otros aliados.
Pero desde que los rusos decidieron combatir el terrorismo en Siria, básicamente el Frente Al-Nusra, el Estado Islámico (Daesh) y otras agrupaciones vinculadas a estas dos entidades extremistas, el equilibrio de fuerzas se inclina ahora a nuestro favor y en contra de esos grupos.
El Ejército Árabe Sirio ha logrado y sigue logrando avances en diferentes partes de Siria y está decidido a derrotarlos.
La situación en Homs, desde que la abandonaron los terroristas, hace más de un año, ha mejorado y es ahora mucho más estable. Hubo algunos distritos de la ciudad donde se infiltraron los extremistas, y ahora existe allí un proceso de reconciliación. En base a ese proceso de reconciliación, los terroristas tienen la posibilidad de deponer sus armas, y entonces retornan a su vida normal para gozar de la amnistía gubernamental, o salen de Homs hacia otra parte de Siria, exactamente como ocurrió hace más de un año en el centro de esa ciudad.
Pero la situación es diferente en Alepo ya que los turcos y sus aliados sauditas y qataríes perdieron muchas de sus cartas en los campos de batalla en Siria, de modo que Alepo es su última carta, especialmente para el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien se esforzó al máximo con los sauditas para enviar allí el mayor número posible de terroristas, que ahora suman alrededor de 5 000. Esto lo hicieron en los 2 últimos meses, desde Turquía hacia Alepo con el fin de ocupar esa ciudad, pero fracasaron.
En realidad, nuestro ejército logró avances en Alepo y sus alrededores, buscando cercar a los terroristas para luego negociar con ellos y que volvieran a su vida normal o abandonaran esa zona, o de otro modo serán derrotados, porque no hay otra opción.
Prensa Latina: ¿Cuáles son las prioridades del ejército sirio en su lucha contra los grupos terroristas? ¿Qué papel desempeñan los grupos de defensa popular en el teatro de operaciones?
Bachar al-Assad: La prioridad del Ejército Árabe Sirio es la lucha contra Daesh [el Emirato Islámico], el Frente al-Nusra y grupos como Ahrar Al-Sham y Yeish al-Islam (Ejército del Islam).
Estos cuatro grupos están directamente vinculados a al-Qaeda, ya que comparten la misma ideología. Son islamistas extremistas que quieren eliminar a todo el que no esté de acuerdo con ellos y que no actúe como ellos.
Con respecto a los grupos de defensa popular, al inicio de los enfrentamientos los terroristas desataron una guerra no convencional contra nuestro ejército, que es una organización convencional, como cualquier otro ejército del mundo.
Por consiguiente, el respaldo que ofrecieron estos grupos de defensa popular resultó de suma importancia para derrotar a los terroristas con tácticas no convencionales. Ello ha constituido una gran ayuda para el Ejército Árabe Sirio ya que los combatientes de la defensa popular luchan en sus propias zonas, ciudades y aldeas, lugares que conocen muy bien. O sea que dominan muy bien las carreteras, los caminos y la geografía de sus zonas y por eso son de gran ayuda para el Ejército Árabe Sirio. Esa es su misión.
Prensa Latina: ¿Cómo se materializa la resistencia del pueblo sirio contra la agresión extranjera en el frente económico? ¿Cuáles son los sectores en esa esfera que siguieron funcionando a pesar de la guerra, de las sanciones internacionales y los actos de sabotaje?
Bachar al-Assad: En realidad, la guerra contra Siria es integral porque no se limita al respaldo ofrecido a los terroristas, sino que además desata una contienda política contra nuestro país a nivel internacional…
El tercer frente es el económico. Ellos dan órdenes a sus extremistas y agentes mercenarios para destruir la infraestructura que levantó la economía siria y que satisfacía las necesidades diarias de los ciudadanos.
Al mismo tiempo, comenzaron a imponer un embargo directo en las fronteras de nuestra nación, haciendo uso de esos elementos armados irregulares y, desde el exterior, empleando los sistemas bancarios en todo el mundo.
A pesar de ello, el pueblo sirio está determinado a seguir una vida normal, dentro de lo posible. Esta situación ha llevado a muchos hombres de negocio, básicamente industriales medianos y pequeños, a abandonar las zonas de conflicto más inestables y dirigirse a otras de mayor estabilidad. Allí establecen sus negocios a nivel más reducido, como medio de seguir existiendo, de mantener la actividad económica y seguir satisfaciendo la demanda de nuestros ciudadanos.
En este marco, la mayoría de los sectores siguen funcionando. Por ejemplo, la industria farmacéutica, está trabajando a más del 60% de su capacidad productiva y eso es algo muy importante para nuestra economía, en estas circunstancias que atravesamos.
Creo que a pesar de la actual situación, no escatimamos esfuerzos para ampliar de nuevo la base de nuestra economía, sobre todo después de los avances que está logrando el Ejército Árabe Sirio en diferentes zonas de combate.
Prensa Latina: Señor Presidente: hablemos un poco sobre el ambiente internacional. ¿Qué opina del papel que desempeña la ONU en el conflicto sirio y de los intentos de Washington y sus aliados de imponer su voluntad sobre el Consejo de Seguridad y en las conversaciones de Ginebra?
Bachar al-Assad: Hablar sobre el papel de la ONU y del Consejo de Seguridad podría resultar ambiguo o confuso, ya que las Naciones Unidas en realidad constituyen actualmente un instrumento que Estados Unidos puede utilizar según su voluntad.
Washington tiene la posibilidad de imponerle [a la ONU] sus normas de doble rasero evitando de esa manera que la organización actúe según lo establecido en la Carta de las Naciones Unidas. Pueden utilizarla como lo hacen con cualquier otra institución de la administración estadounidense.
Si no fuera por las posturas rusas y chinas hacia ciertas causas, la ONU sería completamente una institución estadounidense. Pero Rusia y China han logrado cierto equilibrio en esas instituciones en los últimos 5 años, especialmente en relación con la causa siria.
Pero si quieres hablar del papel de la ONU a través de sus mediadores y enviados, como el señor Staffan De Mistura últimamente y antes Kofy Anan, Lakdar Brahimi y otros, podemos decir que esos mediadores no son independientes.
Estos funcionarios reflejan las presiones que ejercen los países occidentales o, en algunos casos, el diálogo existente entre las principales potencias, principalmente Rusia y Estados Unidos. No son estables y debido a ello no puedes hablar del papel de Naciones Unidas.
Es un reflejo de este equilibrio, y por ello no existe un papel de Naciones Unidas en el conflicto sirio, únicamente hay un diálogo ruso-estadounidense y nosotros sabemos que los rusos no escatiman esfuerzos y que trabajan con toda sinceridad y honestidad para derrotar a los terroristas.
Sin embargo, los estadounidenses maniobran para utilizar a los terroristas y no para derrotarlos.
Prensa Latina: Señor Presidente: ¿Cómo ve actualmente la convivencia entre los grupos étnicos y religiosos sirios de cara a esta injerencia extranjera? ¿Qué impacto tiene este factor en la coyuntura actual?
Bachar al-Assad: El asunto más importante respecto a esta armonía entre los diferentes componentes del tejido sirio, es que es verdadera y auténtica, porque fue construida a lo largo de la Historia y a lo largo de siglos, por consiguiente, en semejante conflicto, es imposible destruir este tejido social.
Si realizas un recorrido en las diferentes zonas bajo control del gobierno, puedes ver todos los colores del tejido de la sociedad siria conviviendo juntos.
Puedo añadir que durante el conflicto, esta armonía mejoró y se fortaleció más, y esto no son puras palabras, es una realidad que tiene diferentes razones. El conflicto es una lección y esta diversidad que caracteriza a una sociedad puede enriquecer al país o convertirse en un problema. No hay término medio.
La gente ha aprendido que tenemos que trabajar muy duro para conservar esta armonía, ya que el primer discurso que utilizaron los terroristas y sus aliados en la región y en Occidente sobre el conflicto en Siria era de carácter sectario.
Querían dividir a la gente para que chocaran entre sí con el fin de atizar el fuego en Siria, pero fracasaron. Los sirios aprendieron la lección de que vivimos en armonía y que gozábamos de esa armonía antes del estallido del conflicto, pero tenemos que esforzarnos por fortalecerla.
Y por eso, sin ninguna exageración, puedo decir que en ese aspecto la situación está bien.
También podemos decir que esto es diferente en las zonas bajo control de los terroristas. Como usted sabe, aquellos que pertenecen básicamente a facciones extremistas vinculadas con al-Qaeda no escatimaron esfuerzos para introducir su ideología oscurantista en la mente de las nuevas generaciones, ideología que predica la muerte, la decapitación y todas esas horrendas prácticas. Y han tenido éxito en algunas zonas.
Con el paso del tiempo, será más difícil tratar con esta nueva generación de jóvenes saturados con la doctrina y la ideología de los wahabitas y de al-Qaeda. Ahí radica el único peligro que enfrentaremos en lo referente a nuestra sociedad en cuanto a la armonía y convivencia a que te has referido.
Prensa Latina: Señor Presidente: volvamos al tema del escenario internacional. ¿Cuál es su opinión sobre el papel que desempeña la coalición liderada por Estados Unidos en lo referente a los grupos desplegados en el norte de Siria, especialmente los kurdos?
Bachar al-Assad: Como usted conoce, cuando las administraciones estadounidenses se relacionan con cualquier grupo o sociedad en un país, no es en beneficio de esa nación ni de su gente, sino al servicio de la agenda de Estados Unidos.
Por consiguiente, tenemos que preguntarnos ¿por qué los estadounidenses apoyan a alguien en Siria? No lo hacen en beneficio de Siria, sin lugar a dudas, porque ellos tienen su propia agenda y la agenda estadounidense siempre ha sido divisionista, en todos los países.
Ellos no trabajan para unir a la gente, sino para dividirla. A veces escogen un grupo sectario, y otras veces escogen un grupo étnico para apoyarlo en contra de las demás etnias o para impulsarlo a alejarse de los demás componentes de la sociedad. Esa es su agenda.
Por lo tanto resulta evidente que todo este respaldo estadounidense no tiene que ver con Daesh, ni con al-Nusra, ni tampoco con la lucha contra el terrorismo, ya que desde el inicio de la intervención estadounidense Daesh ha crecido. No comenzó a reducirse hasta que comenzó el respaldo ruso al Ejército Árabe Sirio, en el pasado mes de septiembre.
Prensa Latina: Señor Presidente, ¿qué opina del intento de golpe de Estado que tuvo lugar recientemente en Turquía y cómo afecta la actual situación en ese país, a nivel internacional y también el conflicto en Siria?
Bachar al-Assad: Debemos ver este golpe como un reflejo de la inestabilidad y los disturbios dentro de Turquía, especialmente a nivel social. Es posible que el efecto sea de carácter político o de cualquier otro tipo, pero, en definitiva, cuando un país se desestabiliza, la causa principal radica en su propia sociedad.
Esto es independientemente de quien goberne Turquía y quien sea su presidente, su líder, porque eso es un asunto interno. Nosotros no intervenimos y no cometeremos el error de decir que Erdogan debe salir del poder o que debe quedarse. Esa es una cuestión turca y es el pueblo turco quien debe decidir en ese tema.
Pero el asunto más importante del propio golpe, es que tenemos que ver las medidas y pasos que adoptaron Erdogan y su grupo en los últimos días, cuando comenzaron a atacar el sistema judicial, expulsaron de sus cargos a más de 2 700 jueces, a más de 1 500 profesores universitarios y más de 15 000 empleados de la enseñanza. ¿Qué tienen que ver con el golpe las universidades, los jueces y la sociedad civil?
Esas medidas reflejan las malas intenciones de Erdogan, su mal carácter y sus verdaderos fines respecto a lo ocurrido. Si las investigaciones aún no han terminado, ¿por qué tomó la decisión de destituir a toda esa gente?
Así que ha utilizado el golpe para ejecutar su agenda extremista, que es la misma de la Hermandad Musulmana, en suelo turco, y eso es muy peligroso para Turquía y para los países vecinos, incluida Siria.
Prensa Latina: ¿Cómo valora usted las relaciones de su Gobierno con la oposición que radica en el país? ¿Cuál es la diferencia entre estos grupos opositores y aquellos que radican en el extranjero?
Bachar al-Assad: Tenemos buenas relaciones con la oposición dentro de Siria, basadas en los principios nacionales y obviamente ellos tienen sus propias agendas políticas y doctrinas, y nosotros tenemos nuestras propias agenda y doctrina. Podemos dialogar con ellos directamente o mediante las urnas, que es otra forma de diálogo.
Esa es la situación en todos los países. Pero no podemos comparar esta oposición con la oposición radicada fuera de Siria, ya que el concepto de oposición significa utilizar medios pacíficos y no respaldar a los terroristas, que esa oposición no se forme fuera del país y que tenga una base popular entre los sirios que viven aquí.
Las bases populares no pueden ser dirigidas desde las cancillerías del Reino Unido o de Francia o a través de los servicios de inteligencia de Qatar, Arabia Saudita y Estados Unidos. Eso no es una «oposición», como ellos la llaman. Nosotros los llamamos traidores porque la verdadera oposición es la que trabaja para el pueblo sirio, la que reside en Siria y adopta su agenda desde este pueblo y en función de los intereses patrios.
Prensa Latina: ¿Cómo valora la insistencia de Estados Unidos y de sus aliados en que usted debe abandonar el poder y la campaña mediática que desatan para manchar la reputación de su Gobierno en el escenario internacional?
Bachar al-Assad: Con respecto a que yo abandone el poder, ellos hablan del asunto desde hace 5 años y nunca le hemos conferido importancia a eso, ni siquiera respondimos con la menor declaración.
Nunca le dimos importancia. Esto es un asunto sirio y los sirios son los únicos que pueden decir quién debe estar o quién debe irse, quién debe permanecer en su cargo y quién debe abandonarlo, y Occidente conoce muy bien nuestra postura al respecto.
Por consiguiente, no nos importa y tampoco perdemos tiempo pensando en lo que dicen. Estoy aquí gracias al respaldo del pueblo sirio, si no fuera por ese respaldo yo no estaría aquí. Es muy simple.
Con respecto a manchar la reputación o sus intentos de satanizar a ciertos Presidentes, esa es el modus operandi de Estados Unidos, al menos desde la Segunda Guerra Mundial, desde que tomaron el lugar del colonialismo británico en esta región y posiblemente en el mundo entero.
Desde aquel momento, las administraciones estadounidenses y los políticos estadounidenses nunca han dicho una sola palabra cierta sobre cualquier asunto. Siempre mienten. Y con el paso del tiempo, se han convertido en expertos de la mentira. Es parte de su política. Su intento de satanizarme es similar al de tratar de satanizar al Presidente (Vladimir) Putin, en los últimos dos años, y de satanizar al líder cubano Fidel Castro en las últimas 5 décadas. Es su manera de actuar.
Entonces tenemos que saber que esa es la forma de actuar de Estados Unidos y lo que digan no debe preocuparnos. Lo importante es tener buena reputación ante el pueblo, eso es lo que nos debe preocupar.
Prensa Latina: Señor Presidente, ¿cuál es su opinión sobre las relaciones de Siria con América Latina, sobre todo sus históricos nexos con Cuba?
Bachar al-Assad: A pesar de la gran distancia entre Siria y América Latina, siempre nos sorprende el nivel de conocimiento que posee la gente en esa región, no sólo los políticos, sobre esta zona del mundo.
Creo que eso se debe a varias razones y que una de ellas reside en la semejanza histórica y los factores comunes entre Siria y América Latina.
Los países latinoamericanos sufrieron hace mucho tiempo la ocupación directa, pero luego sufrieron la acción de las compañías estadounidenses, los golpes de Estado y la injerencia estadounidense. Por eso los pueblos de esa región saben lo que significa que un país sea independiente o no. Ellos comprenden que la guerra en Siria gira en torno a la independencia.
Pero lo más importante en esa zona del mundo es el papel de Cuba, que siempre ha sido la punta de lanza del movimiento independentista en América Latina. Fidel Castro es un símbolo en este contexto.
Por consiguiente, a nivel político y de conocimiento, podemos decir que hay fuertes coincidencias entre Siria y América Latina, especialmente con Cuba.
Pero no creo que estemos haciendo lo suficiente para mejorar los otros aspectos de la relación para que estén al mismo nivel, básicamente en los sectores de la educación y la economía. Esa era mi ambición antes de la crisis, estuve en América Latina –Cuba, Venezuela, Argentina y Brasil– para fortalecer nuestra relación. Luego comenzó el conflicto y se ha convertido en un gran obstáculo ante cualquier acción en este marco.
Aún así, creo que nuestras relaciones no deben limitarse a los aspectos histórico y político. Eso no es suficiente. Existen varios sectores y los habitantes de ambas regiones deben conocerse más. La distancia podría constituir un obstáculo, pero la situación no debe ser así pues tenemos fuertes relaciones con el resto del mundo, al este y al oeste.
O sea, la distancia ya no constituye un obstáculo en estos tiempos. Creo que si logramos superar la crisis y esta guerra, entonces tendremos que trabajar con más fuerza para revivir los diferentes aspectos de esta relación con América Latina, sobre todo con Cuba.
Prensa Latina: Señor Presidente, ¿cuáles son sus expectativas, qué opina del actual proceso electoral en Estados Unidos, especialmente los comicios presidenciales? ¿Cómo cree usted que su resultado puede influir en la guerra en Siria?
Bachar al-Assad: Reanudamos las relaciones con Estados Unidos en 1974, hace 42 años. Desde aquella época hemos conocido varios mandatarios estadounidenses en diferentes casos.
La lección que hemos aprendido es que nadie debe apostar por un presidente estadounidense. Eso es lo más importante. Así que el problema no es el nombre. Ellos tienen instituciones y poseen su propia agenda y cada presidente viene para ejecutar esa agenda a su manera. Pero, en definitiva, tiene que cumplir con esa agenda.
Todos tienen agendas militares y la única diferencia radica en la forma de cumplirlas. Uno despliega su ejército, como hizo Bush, y otros envían a sus mercenarios y agentes, como Obama. Pero todos tienen que cumplir esa agenda.
No creo que en Estados Unidos le permitan al jefe de la Casa Blanca cumplir con sus convicciones políticas. Tiene que someterse a las instituciones y los grupos de presión. Y esos grupos no han cambiado, como tampoco cambiaron los planes de las instituciones y, por consiguiente, no habrá en el futuro próximo, un presidente que pueda provocar un cambio serio y radical en la política de Estados Unidos.
Prensa Latina: ¿Cuál es el mensaje que quiere usted hacer llegar mediante esta entrevista con Prensa Latina a los gobiernos y pueblos de América Latina y del Caribe, incluso al pueblo de Estados Unidos, sobre la importancia del respaldo a la lucha de Siria contra el terrorismo?
Bachar al-Assad: Latinoamérica es un buen ejemplo, e importante para el mundo, sobre cómo los pueblos y los gobiernos lograron recuperar su independencia. Esa región está en el patio trasero de Estados Unidos, pero Washington la ha utilizado para ensayar sus maniobras y ejecutar su propia agenda.
Los pueblos de Latinoamérica se sacrificaron mucho para lograr su independencia, y después que la recuperaron se convirtieron de países en vías de desarrollo o incluso desarrollados.
Así que la independencia es algo muy importante y muy querido para todos los latinoamericanos. Creemos que deben preservarla, porque Estados Unidos no dejará de trabajar para derrocar a todo gobierno independiente que represente a las grandes mayorías en cada país de esa región.
Cuba sabe esto muy bien, y sabe de lo que estoy hablando, más que cualquier otro país del mundo. Ustedes han sufrido las maniobras de Estados Unidos más que cualquier otro país de Latinoamérica y han tenido éxito en hacer frente a todos esos intentos a lo largo de más de 50 años, sólo porque su gobierno representa al pueblo cubano.
Eso demuestra que aferrarse con fuerza a esa independencia es un asunto de vital importancia a mi juicio, para el futuro de América Latina.
Con respecto a Siria, podemos decir que Siria está pagando el precio de su independencia, porque en ningún momento hemos actuado contra Estados Unidos, Francia o el Reino Unido.
Siempre tratamos construir buenas relaciones con Occidente. Pero el problema de ellos es que no aceptan que ningún país sea independiente, y creo que esto es lo que les ocurre con Cuba también.
Ustedes nunca intentaron dañar o perjudicar al pueblo de Estados Unidos, pero ellos no los aceptan como país independiente. Lo mismo pasa con los demás países de Latinoamérica, y por eso siempre ha habido golpes de Estado en sus países, sobre todo en la época de los años 1960-70.
Y por eso creo que preservar la autodeterminación de un país no puede lograrse aisladamente. Si quiero ser independiente, tengo que apoyar la independencia en todo el mundo, porque si actúo solo, entonces seré débil.
El respaldo a Siria, será principalmente en los foros internacionales. Existen muchas organizaciones, especialmente las Naciones Unidas, a pesar de su incapacidad, pero en definitiva, el respaldo de estas entidades puede desempeñar un papel activo en el apoyo a Siria.
Existe naturalmente el Consejo de Seguridad de la ONU y su postura depende de los miembros no permanentes de ese órgano. El respaldo de cualquier otra organización a Siria, también será importante.
Prensa Latina: Señor Presidente, conocemos que usted es una persona muy ocupada y por ello Prensa Latina valora altamente el tiempo que nos ha concedido para esta entrevista en estos precisos momentos. Deseamos tener en el futuro este tipo de intercambio con usted. Muchas Gracias.
Bachar al-Assad: Serán bienvenidos en cualquier momento.
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