Fuente: Iniciativa Debate
En una semana el gobierno griego de Syriza concretó la privatización de la gestión del puerto del Pireo y la empresa de trenes públicos, cumpliendo así las exigencias de la UE.
El primer ministro griego Alexis Tsipras culminó el proceso de privatización de los ferrocarriles griegos, la empresa Trainosé, por 45 millones de euros, generando una gran polémica por el bajo precio de la operación.
“Trainosé es el único proveedor de transporte ferroviario en Grecia, tanto de cargo como de pasajeros, y opera en rutas suburbanas, regionales e interurbanas. Para operar en algunas rutas que se consideran como servicios públicos (líneas de baja rentabilidad) recibía hasta ahora una subvención pública de 50 millones de euros en base anual”, señala The Economist.
La concesión de los trenes griegos termina así en manos de la empresa de trenes pública italiana Ferrovie dello Stato Italiane SpA, la única que se presentó a la última licitación.
La Comisión Europea exigía que los ferrocarriles debían privatizarse antes terminar el año 2016. Según The Economist: “En el caso de que se mantuvieran bajo control estatal hasta la expiración de este marco, exigiría la recuperación de las ayudas irregulares de 750 millones de euros, una cantidad que para Trainosé es simplemente astronómica. Cuando la empresa se integró en “Taiped”, el Fondo responsable para la realización de las privatizaciones, la Comisión Europea se comprometió a eliminar esta cantidad.”
El precio de venta de la empresa estatal de ferrocarriles provocó un cisma político en Grecia, en tanto el anterior gobierno conservador había estimado en 300 millones de euros el precio de la transacción. Una cifra que en 2013 había sido cuestionada por el actual ministro de Economía de Syriza, Yorgos Stazakis, quien aseguraba que ese precio era “provocativamente bajo”.
Hace un mes, los trabajadores del ferrocarril llevaron adelante varias jornadas de huelga contra la privatización, que termina concretándose en pleno receso de verano.
Además de la entrega de los ferrocarriles a precio de remate, la semana pasada se terminó el proceso de privatización de la gestión del puerto del Pireo, con la concesión por 36 años de la gestora del puerto a China, a partir del traspaso de la mayoría de las acciones de la empresa pública OLP a Cosco, firma con sede en Hong Kong.
La empresa china se queda ahora con el 67 % de OLP por un total de 368,5 millones de euros en dos fases, una que concluyó este mes, y una segunda que se prevé para dentro de 5 años. El puerto del Pireo es el mayor centro logístico de distribución de mercancías en Grecia y en el Mediterráneo Oriental. A partir de esta operación, la empresa China pasa a controlarlo mayoritariamente, porque ya tenía la concesión de varias terminales.
El plan de la UE para Grecia: privatizaciones y ajustes
El plan del Eurogrupo que está aplicando el gobierno de Tsipras ha colocado cientos de activos del estado en un “fondo” bajo control estricto de la ex Troika, con el objetivo de recaudar hasta 50.000 millones de euros en privatizaciones.
Basta ingresar a la web del “Fondo de desarrollo de a República Helena” para poder recorrer con la mirada, como en un escaparate, todos los “activos” en venta: tierras, playas turísticas, edificios públicos, los ferrocarriles, el puerto, etc. En la misma web se diferencian los procesos de privatización que están “pendientes”, los que están “en curso” y los “concluidos”.
El proceso masivo de privatizaciones comenzó en Grecia hace años, bajo presión del FMI y la Troika, como parte de los compromisos impuestos por los dos memorándums anteriores que aceptaron los gobiernos del PASOK y Nueva Democracia.
Desde entonces se han puesto a la venta recursos tan valiosos como la empresa de agua de Salónica, grandes extensiones de tierras, concesiones de servicios turísticos en las islas griegas, 14 aeropuertos regionales, la empresa de trenes de Grecia, inmuebles del estado, concesiones de autopistas, loterías, campos de golf, carreras de caballos, empresas de distribución de gas, empresas de energía, puertos regionales, marinas y el valioso puerto del Pireo, uno de los más grandes del Mediterráneo, localizado estratégicamente en una de las puertas de entrada a Europa.
El gobierno de Syriza llegó por primera vez al poder después de ganar las elecciones de enero de 2015. Lo hizo prometiendo terminar con el proceso de privatizaciones, revertir las que estaban en curso, terminar con el ahogamiento del pago de la deuda, etc., para que el pueblo griego dejara de pagar la crisis. En julio de ese mismo año capituló completamente ante la Troika y aceptó el tercer memorándum, que implicaba más recortes y privatizaciones. Hoy este gobierno está avanzando a paso acelerado en el remate de los bienes públicos, aplicando las medidas exigidas por la UE y el FMI. Grecia es hoy la (trágica) prueba de la incapacidad del neorreformismo europeo para hacer frente a la ofensiva neoliberal, mucho menos para conseguir reformas progresivas y duraderas que puedan paliar la profunda crisis social.
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