Resulta indignante ver a representantes de las derechas católicas reaccionarias, pertenecientes a una fuerte tradición antisemita, esos que hasta ayer apoyaron a la dictadura argentina y su saña contra los militantes judíos, o los que acompañaron la famosa “conspiración judeo masónica” de Franco y desconocen todo del gran pueblo judío, pretender ahora que son ellos, justamente ellos, los que aman a Israel. Este cinismo básico es repetido por todas las ultraderechas del mundo.
El desprecio y el rechazo, que el terrorismo asesino de Hamás suscita, su irresponsabilidad atroz con la verdadera causa palestina, parece estar perfectamente ensamblada con esta otra cara de la moneda. El fundamentalismo islámico también es una forma de nihilismo puro, una versión que humilla a la religión poniéndola al servicio de la pulsión de muerte. Nihilismo terrorista de Hamás, Nihilismo de las ultraderechas mundiales. La verdad y la palabra justa están allí a la espera, para volver a surgir como algo sagrado y político a la vez, en medio de este estruendo asesino que aturde.
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