Por: Diego Sanz Paratcha
La victoria del ‘sí’ deja al líder laborista, Jeremy Corbyn, en una situación delicada. El resto de la izquierda europea reacciona de manera dispar.
Un referéndum para la separación del Ulster del Reino Unido y su integración en la República de Irlanda. Más referendums como el del Brexit, con marca aún más explícitamente xenófoba, en Francia, Países Bajos e Italia. Gibraltar más cerca de ser ‘español’, o eso dice Margallo. El sí a la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha abierto todo tipo de reacciones dispares a lo largo de la unión.
Corbyn se mantiene en segundo plano, consciente de que un 30% de votantes laboristas ha optado por el brexit
Del lado de la izquierda, todo el mundo mira a Jeremy Corbyn, el líder laborista elegido por un asalto de las bases del partido –o de simples simpatizantes atraídos por su discurso indignado– a la hegemonía del ‘blairismo’.
Corbyn ha hecho campaña por el ‘no’, y surgen voces ya que piden que siga el camino de David Cameron: la dimisión.
De momento, el líder laborista se está manteniendo en un discretísimo segundo plano, consciente de que un 30% de votantes laboristas ha optado por el Brexit.
A río revuelto, ganancia de pescadores: Tony Blair, el antiguo primer ministro y adalid de la Tercera Vía, ha criticado la “tibia” campaña laborista a favor de la permanencia con argumentos aparentemente razonables: “no creo que hayamos movilizado a nuestra base para que comprendan que éste no era un voto de protesta contra el Gobierno ni contra el establishment”.
“Con el Brexit se produce el fin de una época”, ha asegurado Jean Luc Melenchon, del francés Frente de izquierda. El europarlamentario ha usado el tono frío y relajado de quien ve cumplida una profecía, y ha evitado por ejemplo referirse en concreto a los problemas que enfrentará a partir de ahora el laborista Jeremy Corbyn. “Esto nos ha dado una lección a toda Europa. O la cambiamos o la dejamos. Es el momento de un Plan B”.
Aparentemente es una posición similar a la de Diem25, el movimiento transeuropeo impulsado por el exministro griego de economía, Yannis Varoufakis.
Pero la declaración emitida por la iniciativa esta misma mañana deja claro desde la primera línea que Diem 25 “hizo campaña vigorosamente a favor de un ‘no’ de izquierdas al Brexit”.
La declaración termina con una llamada a la desesperada: “la desintegración de la UE avanza ahora a toda máquina. La campaña del Diem25 para construir puentes a lo largo de Europa, juntar a los demócratas a través de las fronteras y los partidos políticos, es lo que Europa necesita más que nunca para evitar la cáida en un abismo xenófobo y deflacionario al estilo del de los años 30”.
Ramificaciones dentro y fuera del Brexit
Las ramificaciones de este referéndum empiezan en el propio territorio británico. El líder del Sinn Feinn, Gerry Adams, se ha apresurado a demandar un referéndum en Irlanda del Norte, después de que la región haya votado a favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (con un 56% de votos contrarios al Brexit). La consecuencia, según Adams: se debe convocar un referéndum sobre la unión del Ulster a la República de Irlanda.
Con rápidez, los partidos de derecha explíticamente xenófoba han saludado el resultado. Siguiendo la línea del derechista Nigel Farage, de UKIP, que ha relacionado durante la campaña claramente la salida de la Unión Europea con un cierre de fronteras anti-inmigración, la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, el dirigente del Partido de la Libertad holandés, Geert Wilders, o el principal aspirante a liderar la italiana Liga Norte, Matteo Salvini, han felicitado por el resultado a los ciudadanos británicos y han pedido referendos en sus propios países.
La respuesta institucional europea se juega en dos terrenos. En el económico, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció la semana pasada que tendría listas medidas excepcionales de intervención en los mercados de deuda –en la línea de las políticas monetarias que inició en enero de 2015– en caso de que una victoria del Brexit provocara convulsiones en las bolsas, los mercados de divisas y los títulos de deuda.
Que es exactamente lo que está pasando: al mismo tiempo que los bonos de deuda alemana bajan a mínimos históricos, la prima de riesgo española ha subido a máximos de 2014.
Del lado político, desde las 10.30 los presidentes de la comisión Europea (Jean Claude Juncker), el Parlamento Europeo (Martin Schulz), el Consejo (Donald Tusk) y la presidencia rotativa (en manos del holandés Mark Rutte) se han reunido para analizar la situación.
La reunión no ha durado ni dos horas y de momento ha producido una declaración conjunta: los dirigentes europeos “lamentan y respetan” la decisión del electorado británico y anuncian que la UE permanecerá “unida en su respuesta”.
Se inicia, de hecho, un tortuoso camino de desenganche institucional y comercial que volverá a poner a prueba la solidez de esa respuesta unitaria.
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