Por: Antonio Díaz Medina
El presidente Putin, ha explicado que la esencia de su política está dirigida contra el neocolonialismo. Por tanto, sus decisiones, la guerra en Ucrania, el nacimiento de los BRICS, tienen ese objetivo. Es un hombre formado en la Unión Soviética, más aún, en sus órganos de seguridad, que fue testigo presencial del derrumbe del Muro de Berlín, aquel que debió ser derribado por el socialismo y no por la contrarrevolución, tema que discutí varias veces con un diplomático de la ex RDA, República Democrática Alemana.
Es muy significativo que una potencia mundial, cuya esencia social es el Capitalismo Monopolista de Estado, sea abanderada de la lucha contra el colonialismo modernizado y rampante todos estos años, en alianza con la primera potencia socialista actual, China. Es una constatación de la objetiva y necesaria alianza entre: los países de la periferia hasta hoy explotada, con los capitales nacionales y la clase trabajadora de esos países. Es una periferia explotada, recolonizada, por lo que ahora llamamos ¨occidente¨, léase grupo de naciones del capital monopólico financiero mundial encabezado por EE.UU., e integrado por ese país, Europa occidental y Japón.
Entender este momento de la civilización, de la sociedad humana, es decisivo para encausar las luchas por el progreso de la mayoría de países explotados, que ganan conciencia a diario de su condición y de la posibilidad real hoy de zafarse de ese dominio explotador. Es un paso obligado en el camino de la clase obrera para su liberación del yugo del capital.
Se esclarecen con velocidad desconocida, todos y cada uno de los objetivos de dominación de ese ¨occidente¨, de su manipulación política de cada uno de los problemas cruciales a los que se enfrenta la humanidad. Quedan al desnudo todas sus mañas para hacerlo.
¨Descubrimos¨ que:
- Para ellos ¨democracia¨ significa, yo dicto las ¨reglas¨ y ¨ustedes¨ las cumplen sin chistar.
- En cada país la ¨democracia¨ consiste en que se den un gobierno que responda obedientemente a los intereses de occidente. Que, en caso contrario, utilizan todos los medios a su alcance para cambiar dicho gobierno a como dé lugar.
- Parar el cambio climático se resuelve manteniendo al ¨sur¨, a la periferia, subdesarrollada y explotada, mientras el ¨norte¨ se hace ¨verde¨ de nuevo.
- Las alianzas para defender intereses solo son posibles para el G-7 y la OTAN.
- Todo intento por organizarse para resistir y derrotar al neocolonialismo, a la dominación de occidente, será destruida por todos los medios, incluida la guerra a los países implicados, Cuba, Venezuela, Libia, Rusia, China, Nicaragua….
- Los derechos humanos son solo los de los habitantes seleccionados dentro de ese occidente y en la ¨periferia¨ explotada.
Escribí todo esto a finales de septiembre del presente año, a pocos días de la ofensiva de Hamas contra los enclaves coloniales de Israel que rodean al estrecho de Gaza, que siguieron con la carnicería humana llevada a cabo por el gobierno sionista de Israel, hasta estos días de retorno a la agresión sionista, después del cese al fuego ¨humanitario¨ que acabó temprano, alcanzado por las presiones de nivel mundial sobre ese gobierno genocida. Pasa a menudo que, hasta los que nos apuntamos en el bando del antimperialismo, se nos olvidaba el peor caso hoy de barbarie colonial: Palestina. No existe ejemplo más contundente de la necesidad de esta lucha contra el dominio colonial del occidente imperialista que aun pugna por continuar.
La Revolución Cubana ha aportado su ¨granito de arena¨ en confrontaciones directas contra el colonialismo. Fue en Argelia primero ante la invasión marroquí en 1963, 10 años después en Siria para parar la agresión israelí, en ambos casos las brigadas de tanques que allí se desplegaron no entraron en combate porque, ¨casualmente¨, se llegaron a arreglo entre las partes en el primer caso y en el segundo en Siria ¨la Resolución 338 del Consejo de Seguridad de la ONU … decretaba el cese al fuego entre sionistas y árabes¨ un día después de la llegada de las tropas cubanas.
No fue así en Angola y Namibia, donde por casi 16 años los combatientes cubanos enfrentaron a las fuerzas separatistas locales apoyadas por EE.UU. y Sudáfrica y a la invasión de los racistas sudafricanos, lo que creó los fundamentos para la independencia de Namibia de la ocupación sudafricana y el fin del odiado ¨Apartheid¨, que estaba apuntalado, no solo por la política norteamericana de connivencia con el régimen, aquello que dieron en llamar ¨Constructive Engagement¨, sino por el apoyo militar, incluso ¨nuclear¨, de Israel, el principal aliado de aquel oprobioso gobierno racista.
Dejar claro que la vocación internacionalista cubana luchando contra el fascismo, la ocupación extranjera y el colonialismo, no comenzó con la Revolución. Cuba aportó un número considerable de combatientes a la República española en guerra contra el nazi-fascismo. Decenas de cubanos se sumaron a las luchas de los pueblos de África y América contra regímenes coloniales, dictatoriales y represivos, antes y después de la Revolución Cubana.
Como siempre en la historia, habrá avances y retrocesos, victorias y reveses, pero se ha revelado con claridad meridiana el camino de la lucha contra toda explotación en las condiciones del mundo actual. La globalización neoliberal colaboró a crear, sin proponérselo, como sucede frecuentemente, la nueva realidad:
- Desarrolló a China y Vietnam hasta convertirlas en modelos de sociedad socialista, pues aprovecharon con paciencia creativa, la necesidad imperiosa de crecer y expandirse del capital globalizado. Se transformaron en los líderes de aquel llamado 3er Mundo, que prevalece hoy como ejemplo, con victorias repetidas, para esa periferia explotada y empobrecida.
- Desarrolló a Rusia, que, gracias a Putin y su gobierno, convirtió el crecimiento caótico, pero sostenido, de una oligarquía analfabeta de desarrollo, en capitalismo monopolista de estado, sano y poderoso, capaz de rescatar su poderío militar y político, sobre la base de una economía sólida, tanto en el sector de medios de producción como de consumo, con una sociedad más plena y satisfecha, que arrastra valores imborrables de su reciente pasado socialista, sumándose a la cabeza del asalto final contra el neocolonialismo.
- El despegue de la India, que parece haber entendido la necesidad de alejarse de un sistema milenario de castas, acercándose a un capitalismo modernizado que reclama y va logrando mayor independencia económica y política del grillete occidental que ha sufrido desde la colonización inglesa.
- El grupo BRICS, creado por necesidad natural de enfrentarse al poder abusivo de occidente, tanto económico y monetario, como político y militar. Ahora BRICS +, con la incorporación de 6 países de importancia económica y política, a los que se sumarán otros para formar un consenso cada vez más poderoso de contención de occidente, que permita el crecimiento y desarrollo del sur al irse despojando de la humillante explotación actual.
- Nos entrega ahora las razones indiscutibles de la pertinencia de la lucha contra esa explotación, con la masacre que lleva a cabo el gobierno de Israel en alianza apretada con EE.UU. y el resto del occidente imperialista, disfrazado de ¨demócratas combatiendo al terrorismo¨, consolidando como nunca antes la conciencia anticolonialista en todo el mundo.
Tanto la Cumbre del Grupo de los 77 y China en La Habana, como la Cumbre de Jefes de Estado en la reciente sesión de la Asamblea General de la ONU, se han convertido en tribunas enriquecidas y mucho más contundentes contra la dominación imperialista que llamamos neocolonialismo. Pero más importante, se anda ahora por la ruta del hacer, de organizarse primero e ir fundando bastiones para la defensa y el avance de la victoria del Sur sobre el ¨occidente¨ explotador.
Cambiar la estructura y esencia de las Naciones Unidas se va conformando como un objetivo alcanzable en el corto o mediano plazo. Será un enfrentamiento frontal con la alianza noratlántica, pero la batalla está planteada y las condiciones no pueden ser mejores, por lo hasta aquí dicho.
El dibujo de la nueva ONU debe incluir que un acuerdo de la mitad más uno de su Asamblea General, obligue a rendir cuentas de los implicados ante el plenario, y si el acuerdo es avalado por las dos terceras partes, sería de carácter obligatorio a ser cumplido por los implicados, sin posibilidad de ser vetado por el Consejo de Seguridad.
Esto significa un paso democrático decisivo, que daría valor real al voto de cada país. Tiene que significar que cualquier país, por más poderoso que sea, no podría negarse a su cumplimiento, so pena de hundirse en una espiral descendente de su economía, su sociedad. Sería la única forma en que EE.UU. se vería contra la pared en cuanto al Bloqueo contra Cuba, ahora extendido a tantos países.
Pensaba en septiembre que nuestro país debería ser el primero en lograr esta derrota definitiva del Bloqueo de EE.UU. contra nuestro país. Parece un sueño, pero es lo mínimo por lo que hay que luchar y, si se puede ganar, la razón, la humanidad, están de nuestra parte.
Hoy es obligado luchar primero por la creación del Estado Palestino con todas las garantías de seguridad para que exista y funcione como tal sin posibilidad alguna de agresión por parte del gobierno sionista de Israel. La civilización se debe esto desde 1948.
El Consejo de Seguridad, como órgano selectivo, se ampliaría en cuanto a miembros permanentes y rotativos, como clama y reclama la aplastante mayoría de los pueblos. Entre los primeros, países de África y América Latina tendrían prioridad. Los candidatos principales son Brasil y Sudáfrica, por sus dimensiones e importancia en sus continentes respectivos no creo que tengan mucha competencia para sumarse como miembros permanentes. El mundo islámico debe ser incluido, Pakistán, Turquía y Arabia Saudita serían fuertes contendientes. Sin dudas la India tiene que ser incorporada. No creo que Oceanía tenga peso para ocupar un escaño permanente, en todo caso uno rotativo. Occidente está ya sobrerrepresentado en cuanto a miembros permanentes.
Parece mucho, pero sin cambios como estos el mundo se acercará sin remedio al abismo nuclear, o ambiental, o de salud, o, más probablemente, a los tres juntos.
Sería un movimiento del gran capital globalizado hacia el reconocimiento de que, no hay de otra, no hay forma de salvarse de estos abismos por los oligarcas de este mundo, ni en mega yates surcando el océano, como hicieron muchos durante la pandemia reciente, ni en viajes al espacio por algunos días o meses. Este es el poder capitalista que tiene que ajustar el funcionamiento de la política imperialista de occidente.
No obstante, es un poder menguado por el más poderoso movimiento anti neocolonialista de los BRICS +, ahora con 11 miembros que agrupan el grueso del poder real económico y militar de la civilización, con una tendencia al crecimiento inexorable.
Escribí en plena pandemia un trabajo titulado ¨Bienvenidos al Nuevo Mundo¨, centrado en la porfía China – EE.UU. que va ganando la primera. Con la misma idea escribí sobre como ese Nuevo Mundo va tomando forma en el ¨Hemisferio Occidental¨, como se refieren a él en la jerga política norteamericana. Para nosotros es ¨Nuestra América¨, a lo martiano. Los cambios en nuestros países son más frecuentes, más profundos y, cada vez más sólidos. El caso Milei es sencillamente un aviso de lo que nos sucede cuando las izquierdas, o el ¨progresismo¨, el término moderno, se arriman al poder desde la política y no son consecuentes con los que los llevaron al poder, y el pueblo argentino sabrá sacar las conclusiones del caso.
Las nuevas formas de combatir al ¨progresismo¨ por el imperialismo, como la judicialización de la política, se van entronizando en los propios EE.UU., ahora envuelto en la disputa sobre que posible candidato a las elecciones del 2024 tiene que enfrentar más procesos penales. Hasta las ¨Revoluciones de Colores¨ hicieron presencia en el mismo Capitolio de Washington D.C.
Hay una creciente convicción de que Donald Trump será el candidato republicano y ganará inexorablemente las elecciones, que esto debe ser el regreso del fascismo, pero esta vez, en la primera potencia nuclear capitalista, imperialista. Se le compara con Julio César al cruzar el Rubicón, pues sería una entrada sin regreso al fascismo, al fin de la República, en este caso los Estados Unidos de Norteamérica como ¨ejemplo y guía¨ de la democracia burguesa en el mundo.
Un artículo del Washington Post describe con pericia las razones para esto. Explica como los llamados poderes del estado norteamericano, Tribunal Supremo y Congreso serán totalmente incapaces de detener a Trump en cualquier derrotero fascista que emprenda tanto en política exterior como doméstica. Incluso asegura que ni la misma Constitución podría detenerlo. El artículo es un grito desesperado llamando a ¨pararlo ya y ahora¨, a como de lugar, por las vías que sean, antes de que se consume el acto que lo convierta en el próximo presidente de EE.UU. y, a la vez, en un ¨Gran Dictador¨. Para muchos, más allá de las verdades objetivas que encierra, es parte de las acciones desesperadas de los demócratas para eliminarlo como candidato.
Creo que Trump es la apuesta del capital que más perdió con la globalización, para parar el declive sostenido de EE.UU. como primera potencia mundial, lo que pasa por detener a China en economía y a su alianza con Rusia en lo político-militar. Las semejanzas de EE.UU. con la Alemania de Hitler son reales, aunque los enemigos que enfrentan son bien diferentes, no como aquel mundo en control total del capitalismo, salvo la naciente sociedad soviética. El peligro fascista es real en EE.UU. y en algunos países de Europa occidental, ahora en situación de crisis profunda por plegarse a la política imperial yanky contra Rusia y China.
El artículo no profundiza en como sería la política exterior del ¨Dictador Trump¨. Ya vimos, sobre todo los cubanos, lo que significa ese odio anticomunista para los países que, como Cuba, luchamos contra el imperialismo y su esencia colonialista. Hay que estar alertas y preparados para este escenario. Para nosotros su alianza con la ultraderecha fascistoide de Miami nos obliga a prepararnos para lo peor.
Pero incluso esta amenaza seria de fascismo en Norteamérica y Europa, es una más de las evidencias de los cambios que se vienen para un mundo cada vez más cercano al socialismo, a la civilización gobernada por el pueblo, por la ciencia, por la cordura, por tener como faro y guía al ser humano, a todos sin distinción.
Es el socialismo perfeccionado, tanto en lo económico, asumiendo inteligente y creativamente al capital que permanece o se incorpora a la nueva sociedad, como en lo político, asumiendo la democracia participativa con rigor, con el pueblo y para el pueblo, con sistemas poderosos basados en la nueva y únicamente verdadera democracia, que limiten o impidan la burocracia esclerótica, viciada de corrupción, nepotismos y demás enfermedades políticas y sociales, las drogas y los tráficos humanos, que no se curan con penicilina.
Esta nueva sociedad es la única forma conocida con posibilidades de parar el cáncer mayor, el cambio climático, producto del capitalismo, incapacitado para dominar su insaciable crecimiento a cualquier precio, que destruye sin pausa las condiciones de vida en el planeta. Un Nuevo Mundo basado no en el crecimiento económico permanente e incontrolado, sino en el bienestar humano posible, rechazando el consumismo material desenfrenado por el crecimiento sostenible de la humanidad.
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