Con más de 2000 personas detenidas, 400 heridas y un coste económico que asciende a miles de millones, analizamos la revuelta de los chalecos amarillos en Francia. Este movimiento representa un desafío formidable a la autoridad del presidente Emmanuel Macron. Después de que el Gobierno francés anulase la subida de la tasa al carburante y aprobase ayudas de 10 000 millones de euros para reforzar el poder adquisitivo, los activistas han conseguido que se discuta otra de sus reivindicaciones. El primer ministro, Édouard Philippe, ha aceptado este lunes abrir el debate sobre los llamados referendos de iniciativa ciudadana.
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