Por: Álvaro Sánchez Castrillo
- “Los líderes mundiales han apostado por el modelo devorador de recursos que nos dirige al colapso”, afirma Ecologistas en Acción
- “El texto no es suficiente para los impactos que ya se están viendo”, afirma la responsable de Energía y Cambio climático de Greenpeace
Protesta en París horas antes de que se aprobase el Acuerdo de París por el Clima.EFE
La Cumbre del Clima de París (COP21) se cerró este sábado con un acuerdo que el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, definió como “ambicioso pero realista”. Pasadas las 19.30 horas, las 196 delegaciones que se han reunido estos días en la capital gala han dado luz verde al Acuerdo de París por el Clima, un documento que busca “contener” el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados y en el que las partes se comprometen “a forzarse” a llegar a los 1,5 grados centígrados. Un visto bueno, anunciado por el propio Fabius, que ha sido recibido entre vítores, aplausos y abrazos de los asistentes, según informó Europa Press.
Sin embargo, aunque el acuerdo ha sido calificado por el titular de Exteriores francés como “histórico”, colectivos ecologistas mostraron a lo largo de la tarde su disconformidad con un texto que consideran insuficiente y con un lenguaje poco claro. “Hay mucho que se ha diluido y contaminado por aquellos que abusan del planeta”, apuntó Greenpeace en un comunicadohecho público en su página web. Desde la organización ecologista se aseguraron que el documento “deja a los combustibles fósiles en vías de eliminación, pero no concreta los compromisos necesarios para alcanzar el objetivo”.
Greenpeace valoró “positivamente” la limitación de 1,5 grados, pero aseguró que las medidas contempladas en el Acuerdo de París “no conducen” a dicho objetivo. “Se ha trabajado mucho para que las partes acudiesen a la cita y las 196 delegaciones sí que han mostrado un interés para que saliese un acuerdo de la Cumbre”, afirmó desde la capital francesa la responsable de Energía y Cambio Climático de la organización ecologista, Tatiana Nuño, en conversación con infoLibre y nada más conocerse la noticia. A pesar de ello, la portavoz de Greenpeace afirmó que el texto saliente “no es suficiente para los impactos que ya se están viendo”: “Nos falta un lenguaje que deje más claro cómo se van a lograr esos resultados que se proponen”, explicó.
Nuño apostilló que es un paso “importante” que posibilita “un marco necesario”, pero destacó que es necesario que ahora los países “adopten políticas energéticas y climáticas quegaranticen un modelo de energías renovables, a pesar de que el texto no les obliga”. “Las renovables son reales, han abaratado costes y están listas para competir con las energías sucias”, explicó. Sin embargo, lamentó que el Acuerdo de París por el Clima “no marque un abandono absoluto de los combustibles fósiles”.
El titular de Exteriores galo aseguró durante la mañana del sábado que el documento aprobado “es jurídicamente vinculante”. En este sentido, la portavoz de Greenpeace volvió a incidir en lo abstracto de las expresiones empleadas. “No falta más claridad”, aseveró, añadiendo a renglón seguido que “no puede ser” que se usen frases como “en la medida de lo posible, siempre que sea posible…”. También aseguró que “no queda claro cómo los países más vulnerables van a poder adaptarse a los impactos y desarrollarse un modelo energético cien por cien limpio”.
“Acuerdo decepcionante que desoye a la ciudadanía”
Ecologistas en Acción, por su parte, calificó el acuerdo como “decepcionante e insuficiente” porque, en su opinión, “carece de herramientas necesarias para luchar con eficacia contra el calentamiento global”. “Se ha optado por consagrar la mercantilización del clima y las falsas soluciones”, afirmaron en un duro comunicado publicado a lo largo de la tarde en su página web, añadiendo a renglón seguido que, tal y como apuntó Nuño a este diario, el texto es “peligrosamente vago y abierto”, provocando que “los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no son vinculantes”.
La organización ecologista lamenta que hayan quedado fuera del acuerdo aspectos como la justicia climática, la descarbonización, la financiación adecuada, los derechos humanos, la perspectiva de género, los refugiados climáticos o las emisiones generadas por el transporte aéreo y marítimo, punto último que, en su opinión “abre la puerta a trucos contables en el cálculo de las emisiones y deja sin amparo luchas como la desinversión en combustibles fósiles y el freno del fracking y las arenas bituminosas”. “Los líderes mundiales han apostado en París por el mismo modelo devorador de recursos que nos ha traído a la situación actual y nos dirige al colapso”, reza el comunicado.
Desde Ecologistas en Acción y Greenpeace también criticaron lostiempos de revisión del acuerdo. El primer compromiso se presenta en el año 2020 y los objetivos serán revisables cada cinco años. “La revisión de los compromisos se hará demasiado tarde, cuando estemos cerca de haber emitido ya una cantidad de gases de efecto invernadero que implicaría superar el límite de los 1,5 grados”, alertan desde Ecologistas en Acción. “Deberían haber sido mucho más estrictos en el cumplimiento de los tiempos”, sentencia Nuño.
WWF aplaude la “fuerte señal” que envía el texto
La ONG ecologista WWF, sin embargo, aplaudió durante la mañana del sábado un texto final que, en su opinión envía “una fuerte señal de que los gobiernos están comprometidos a estar en línea con lo que dice la ciencia”. “Con la inclusión de un objetivo de temperatura a largo plazo muy por debajo de los 2ºC de calentamiento, con una referencia a una meta de 1,5°C, el último texto preliminar envía una fuerte señal de que los gobiernos están comprometidos en línea con lo que dice la ciencia”, según Tasneem Essop, jefa de la delegación de WWF para las negociaciones climáticas en París, según informó Europa Press.
“Lo que necesitamos ahora para dichas acciones, incluyendo la reducción de emisiones y las finanzas, es que sumen con el fin de alcanzar esa meta“, añadió la negociadora. “Hay oportunidades para alcanzarla incluidas en el acuerdo, tal como el caso del diálogo de facilitación en 2018, que se debería utilizar para actualizar los compromisos actuales de los países, y más oportunidades después del 2020”, concretó. “Una gran preocupación”, manifestó no obstante, “es que no exista una garantía para asistir a aquellos que sufrirán los impactos inmediatos del cambio climático, especialmente los más pobres y vulnerables”. “El acuerdo contiene elementos que dan la oportunidad de que los gobiernos tomen acciones mucho más decididas con el paso del tiempo, en términos de mitigación, adaptación y finanzas. Esto es crucial”, concluyó.
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