Al menos 44 personas han muerto y 229 han resultado heridas en los enfrentamientos de este domingo en Egipto entre las fuerzas de seguridad y los simpatizantes del expresidente Mohamed Morsi durante la conmemoración del 40 aniversario de la guerra de 1973, según el último balance del Ministerio de Sanidad.
Sólo en El Cairo y Giza han muerto 32 personas, hay tres muertos en Beni Suef y otro en Delga, según publica el diario estatal Al Ahram citando a un portavoz del Ministerio de Sanidad, Jaled el Jatib.
Pese a la represión de los últimos meses, los Hermanos Musulmanes y demás partidarios del depuesto presidente Morsi trataron en esta jornada festiva de recobrar su pulso. Su desafío a las estrictas medidas de seguridad acabó sin embargo en un baño de sangre, el más grave desde la ola de violencia que siguió al desalojo de las acampadas de los islamistas en El Cairo el 14 de agosto pasado.
Miles de sus seguidores se organizaron en pequeñas marchas al término del rezo musulmán del mediodía para demostrar que siguen teniendo peso en las calles. Su objetivo era llegar a la plaza de Tahrir, en el corazón de El Cairo y epicentro de las manifestaciones anti-Morsi, pero los militares blindaron sus accesos con tanques y carros de combate.
Las fuerzas de seguridad dispersaron a los islamistas con gases lacrimógenos, pelotas de goma y fuego real en los barrios de Dokki y Mohandisin, en la orilla oeste del Nilo, y en zonas del centro de la capital como la plaza Ramsés.
Más de 400 detenidos
Además, las fuerzas de seguridad arrestaron a 423 personas en El Cairo. Según un comunicado del Ministerio del Interior, 243 “saboteadores” fueron detenidos en el centro de El Cairo, principalmente en los disturbios registrados en la plaza Ramsés y junto al Nilo. La policía arrestó a otros 180 en el barrio de Dokki y Giza, en la orilla occidental del río.
Para asfixiar las protestas, tras los disturbios del pasado viernes, el ejército y la policía se desplegó en las principales arterias de la ciudad y en los puentes sobre el Nilo.
En el barrio de Mohandisin, de clase media y con una importante zona comercial, el manifestante islamista Atef Rayan dijo que ya es hora de decir “basta” a las autoridades surgidas tras el derrocamiento de Morsi.
Rayan, de 19 años y con una bandera egipcia en la mano, afirmó que “los egipcios estaban desconcertados ante tanta sangre, pero harán escuchar su voz a los golpistas”. “No tenemos miedo a morir si hace falta, porque creemos en nuestra causa justa”, subrayó rodeado de cientos de partidarios de Morsi, que fue destituido por los militares el pasado 3 de julio tras multitudinarias protestas que pedían elecciones anticipadas.
Piden una investigación
Por otro lado, el Partido Justicia y Desarrollo, brazo político de los Hermanos Musulmanes, ha pedido ya una investigación internacional por los “asesinatos” de esta jornada y ha atribuido al jefe del Ejército, Abdelfatá al Sisi y al ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, la “responsabilidad política y penal por la violencia y los intentos de asesinato de este domingo contra los manifestantes pacíficos”, según recoge el diario Al Masry al Youm.
El partido islamista insta a las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos de todo el mundo a condenar estos “crímenes” y a tomar medidas para parar esta “sangría”.
Celebraciones por la Guerra del Yom Kippur
En contraste con estas imágenes de violencia, miles de partidarios del Ejército se concentraron en la plaza Tahrir y en los alrededores de palacio presidencial de Itihadiya en un ambiente festivo. Fuegos artificiales y haces de luces inundaron estas zonas, que fueron sobrevoladas con helicópteros militares que portaban la bandera de Egipto.
Al caer la noche, el estadio de la Defensa Aérea en El Cairo fue escenario de las celebraciones oficiales con motivo del aniversario de la guerra de 1973, donde no faltó la música y el teatro.
La guerra de 1973 (conocida como Guerra del Yom Kippur o del Ramadán) fue la cuarta que enfrentó aIsrael con países árabes, en este caso Egipto y Siria.
En un discurso a la nación con motivo de la efeméride, antes de que comenzaran los enfrentamientos, el primer ministro egipcio, Hazem Beblaui, destacó que el pueblo egipcio apoya a las Fuerzas Armadas en su plan para “establecer un estado democrático”. Beblaui aseguró que el país ha elegido el camino de “la democracia, la justicia y la paz” y llamó a todo el pueblo a regresar “al seno de Egipto sin divisiones ni discordias”.
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