Por: Yago Álvarez
El martes 30 de agosto la Comisión Europea impuso una de las mayores multas fiscales de la historia al condenar a la empresa tecnológica Apple a pagar 13.000 millones de euros al gobierno irlandés por impuestos no pagados. Esta sanción abre la puerta a muchas otras empresas que han firmado acuerdos fiscales con países como Irlanda, Holanda o Luxemburgo.
La comisaria europea de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, anunció el pasado martes la sanción impuesta al gigante tecnológico Apple: una multa de 13.000 millones que supone la mayor sanción a una empresa por parte de la Comisión Europea (CE) hasta el momento.
Vestager anunció que la investigación había llegado a la conclusión de que el Gobierno irlandés había concedido ayudas ilegales a Apple, lo que permitió a estapagar un tipo efectivo de impuestos del 1% de sus beneficios en 2003 y un 0,005% en 2004.
Según normativa europea, un Estado miembro no puede ofrecer ventajas fiscalesa una empresa de manera particular. Irlanda, que ya de por si tiene el impuesto de sociedades en el 12,5%, el más bajo de Europa, ofreció la posibilidad de pagar un tipo efectivo a la empresa. Apple factura todas las ventas de Europa a través de Irlanda aprovechando las ventajas fiscales ofertadas, en una práctica que ya ha sido denunciada por varios países al ver cómo el beneficio obtenido por la empresa norteamericana en sus territorios es desviado a Irlanda.
Esta ingeniería fiscal permite a Apple contabilizar casi todo su beneficio en Irlanda dando resultados incluso negativos en las haciendas de los países restantes donde se producen las ventas.
Otras empresas como FIAT o Starbucks ya recibieron multas por el trato de favor y de manera bilateral en materia fiscal por parte del Gobierno holandés. Sanciones que no superaron los 30 millones de euros, muy alejadas de la cantidad a la que han condenado a Apple. Pero esta nueva sanción abre las puertas a la lucha contra el tax ruling, como se conoce a este tipo de acuerdos bilaterales y negociados de manera individual entre empresas y países.
Las empresas de los LuxLeaks, en el punto de mira
A finales de 2014, unas filtraciones por parte de dos empleados de PwC –ahora condenados por ello– conocidas como LuxLeaks desvelaron que el Gobierno de Luxemburgo, presidido en aquel entonces por el ahora presidente de la CE Jean-Claude Juncker, ofreció ventajas fiscales negociadas de manera individual a docenas de multinacionales para pagar tipos impositivos entorno al 1% para las rentas obtenidas en otros países pero que fueran facturadas mediante una filial en Luxemburgo.
Según fuentes europeas, desde que surgiera el escándalo, la comisaria Vestager está analizando a más de 300 empresas que recibieron ayudas por parte de países como Holanda, Luxemburgo e Irlanda. La multa impuesta a Apple abre la puerta de lo que podría ser la mayor operación contra la elusión y evasión de impuestos orquestada por la Comisión Europea y podría traer nuevas y millonarias multas en los próximos meses.
El escándalo de los LuxLeaks ha puesto en el centro de estas investigaciones a empresas como Amazon, McDonalds o IKEA. Por otro lado, las grandes empresas tecnológicas norteamericanas como Microsoft, Google o Facebook, que también usan el país irlandés para localizar sus sedes europeas y así aprovechar el bajo tipo impositivo para el impuesto de sociedades, se encuentran ahora mismo en el punto de mira de estas investigaciones y de los inversores y accionistas que temen una cascada de nuevas sanciones económicas.
El gigante tecnológico Microsoft se dejaba un 1% en bolsa entre el martes 30 y el miércoles 31, fechas en las que se conoció la multa impuesta a Apple.
Otras empresas investigadas en el escándalo de los Luxleaks como Facebook perdían un 0,5%, la empresa de refrescos PepsiCo cerca de un 1,5%, la textil británica Bulberry un 1,3% y la multinacional del entretenimiento Disney se dejaba medio punto el mismo día. Lo que parece indicar que los mercados temen nuevas multas millonarias por parte de la CE a estas empresas.
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