El secretario general de Podemos viaja a Argentina, donde reconoce la influencia de pensadores e intelectuales y se manifiesta con las Madres de la Plaza de Mayo en el día de la memoria
“Podemos es hijo del 15M, pero América Latina ha sido nuestra escuela en la que aprendimos a pensar la política”, explicó Iglesias al recoger el doctor Honoris Causa de la UMET
“Reconozco las experiencias de liberación latinoamericanas como inspiración y como condición de posibilidad de Podemos”, afirmó
“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”. La frase es de Salvador Allende, de su último discurso el 11 de septiembre de 1973 antes de ser asesinado, y la pronunció el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, al final de una de sus intervenciones en Argentina.
América Latina es un referente para constante para la izquierda española. Cada generación ha tenido los suyos –el Che y Cuba ,en los 60 y 70; los frentes Sandinista y Farabundo Martí, en los 80; Hugo Chávez en los 90 y 2000–; y en el caso de los dirigentes de Podemos, la influencia de los últimos procesos de cambio latinoamericanos es clave, desde la experiencia boliviana a la argentina, pasando por la ecuatoriana, entre otras.
Y así lo reconoció Iglesias en su discurso en la UMET (Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo) tras recibir el Honoris Causa y el reconocimiento de Clacso (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales): “Con ustedes hemos aprendido que hay otra forma de hacer política y otra forma de mirarnos. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. Podemos es hijo de un movimiento de dignidad popular, el 15M. A nosotros nos inspiró para actuar con audacia, pero aquella no era nuestra única inspiración: estoy obligado a reconocer aquí las experiencias de liberación latinoamericanas como inspiración y como condición de posibilidad de Podemos”.
¿Por qué es tan importante América Latina para Podemos? “Nos emocionábamos con los éxitos electorales y políticos de los sectores populares. Lo que se estaba transformando a principios de este siglo nos iluminó para ser audaces y tratar de convertir la reflexión teórica en intervención política”, argumenta Iglesias: “Nos enseñaron a recuperar el sentido de la palabra patria. Gracias a ustedes hemos aprendido que los que no pagan impuestos y destrozan lo público son antipatriotas y enemigos de la patria. Un patriota es el que cuida y, como nos han enseñado las mujeres, el que sabe que cuidar, respetar y empatizar es fundamental para una patria digna. Gracias por ser la escuela en que aprendimos a pensar la política”.
“Cuando los pueblos se empoderan alcanzan metas”, explicaba el secretario general de Podemos, “y las luchas de los pueblos se pueden convertir en poder político y poder de Estado”. Porque, parafraseando de nuevo a Salvador Allende, “llegar a gobierno no es tomar el poder, es abrir las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”.
Pero no se trata sólo de las experiencias de conquista del poder político por parte de movimientos nacional populares en América Latina desde principios del año 2000. Iglesias también enumeraba referentes intelectuales, autores que leía cuando era “un estudiante, un militante más”: Sergio Bagú, Gunder Frank, René Zavaleta, José Carlos Mariátegui, Edurado Galeano, Pablo González Casanova, Ernesto Laclau, Álvaro García Linera, Enrique Dussel, Raquel Gutiérrez, Silvia Rivera, Aníbal Quijano, Rodolfo Stavenhagen y Marcela Lagarde.
Iglesias, ante los estudiantes, también recordó una frase de un intelectual de la otra cultura de la que bebe el líder de Podemos junto la latinoamericana: la italiana. La frase es de Antonio Gramsci, de L’Ordine Nuovo: “Instrúyanse, porque necesitaremos de toda nuestra inteligencia; conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo; organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”.
La otra lección argentina que ha reconocido Iglesias, al margen de ser un país en el que “no preguntan si militas sino dónde militas”, es la memoria histórica y la memoria democrática. Iglesias empezó a militar con los hijos de Carlos Slepoy y Andrea Benites. “Mi padre y abuelo conocieron las cárceles, y la primera película que me hizo asistir a la represión fue la Noche de los lápices”, ha recordado Iglesias. Pero en España, a diferencia de Argentina, no hay un día de la memoria ni hay monumentos a las víctimas de la dictadura militar.
El 24 de marzo se celebra anualmente una manifestación para recordar las víctimas de la dictadura. Es el Día Nacional de la Memoria. Iglesias participó en la última marcha, cuya banda sonora es el célebre “olé, olé… olé, olá… Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”, que recuerda el golpe militar de 1976, junto a las Madres de Plaza de Mayo. “Marchar con las madres y las abuelas de la plaza de Mayo es un honor. Ojalá en nuestro país se pudieran sentar en el banquillo de los acusados los responsables de torturas”.
“Donde existe una necesidad, nace un derecho”, parafraseó el dirigente Rafael Mayoral a Eva Perón en una reunión con simpatizantes del partido en Buenos Aires. Y quien se siente heredero de ese legado en Argentina es la expresidenta y ahora senadora Cristina Kirchner, con quien se reunió Iglesias y los diputados de Podemos Noelia Vera y Pablo Bustinduy en El Calafate, en la región de la Patagonia.
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