Fuente: InfoLibre
- El portavoz del Gobierno jordano, Mohamed Momami, explicó que el alto el fuego se aplicará a partir del domingo en la “línea de contacto” acordada entre las fuerzas leales al régimen y las milicias rebeldes
- El objetivo es contribuir a una rebaja “permanente” de las tensiones en la zona y al reparto de ayuda humanitaria, de cara crear un contexto factible para negociar una solución “política y permanente”
Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia han acordado un alto el fuego para el suroeste de Siria que ha terminado de fraguarse en la reunión que han mantenido este viernes los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin en la reunión del G20 en Hamburgo, Alemania.
De acuerdo a las informaciones de Europa Press, Trump y Putin se han visto durante dos horas y cuarto, en presencia también de sus respectivos ministros de Exteriores, Rex Tillerson y Sergei Lavrov. Al término del encuentro, los dos últimos han comparecido para dar cuenta de una cita que se ha desarrollado en una “atmósfera constructiva“, en palabras de Lavrov.
Uno de los compromisos más palpables ha sido la aprobación de una tregua que también cuenta con el beneplácito de otros países de la región. Un portavoz del Gobierno jordano, Mohamed Momami, ha explicado que el alto el fuego se aplicará a partir del domingo en la “línea de contacto” acordada entre las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad y las milicias rebeldes, según la agencia de noticias oficial Petra.
El objetivo, ha explicado, es contribuir a una rebaja “permanente” de las tensiones en la zona y al reparto de ayuda humanitaria, de cara también a crear un contexto en el que sea factible negociar una solución “política y permanente” a la guerra iniciada en marzo de 2011.
Desde Hamburgo, Tillerson ha admitido que aún quedan por cerrar detalles relativos a la seguridad, pero ha destacado la importancia del alto al fuego, que confía se haga extensible a otras partes de Siria.
El jefe de la diplomacia estadounidenses ha dicho que tanto su Gobierno como el ruso comparten el deseo de lograr la estabilidad de Siria, lo cual pasará en algún momento por un debate sobre Al Assad. Tillerson sostiene que el dirigente sirio no tiene cabida en el futuro del país.
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