Fuente: Red Voltaire
El secretario de Estado John Kerry hizo un viaje urgente a Moscú, donde se entrevistó sucesivamente con el presidente Vladimir Putin y con el ministro de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov.
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó a la capital rusa para proponer exactamente lo mismo que Moscú ya había propuesto anteriormente a Washington en varias ocasiones: unir los esfuerzos militares de Rusia y Estados Unidos en la lucha contra el Emirato Islámico (Daesh).
Las conversaciones debían abordar la cuestión de qué grupos deben ser atacados y cuáles no. Washington establece una diferencia entre los yihadistas extranjeros –a los que condena– y la oposición siria «moderada» –a la que incluso entrena. Sin embargo, en el Festival de Aspen, John Kerry sorprendió a los participantes al declarar: «Hay varios subgrupos de Daesh y del Frente al-Nusra, como Yesh al-Islam y Ahrar al-Sham, que no respetan las condiciones del cese del fuego y siguen combatiendo».
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