Lo revela un documento dirigido al Departamento de Estado por la Embajada USA DE Montevideo, Uruguay, el 12 de noviembre de 2006 y difundido por el portal WikiLeaks, donde se señala en particular el impacto de la serie “InjerenCIA, La Invasión Silenciosa”.
Dice textualmente el informe: “Telesur de Venezuela ha estado programando de manera sistemática una serie de “piezas de propaganda” anti-estadounidense de alta calidad. El programa “Injerencia” sobre la intromisión de la CIA en América Latina es un producto muy pulido que incorpora segmentos documentales, entrevistas actuales de testigos donde se hace un uso liberal de algunos documentos desclasificados de la FOIA” (la ley norteamericana de acceso a la información).
Frank E. Baxter que autorizó la nota, fue Embajador de Estados Unidos en Uruguay de 2006 a 2009. Se supone que el análisis es de un colectivo de agentes de inteligencia, un tipo de personal que abunda en todas las Embajadas USA, particularmente en este continente. El “Frankie” es un ex piloto de la US Air Force, ex director de la NASDAQ y ex asesor económico del Gobernador Schwarzenegger de California que Bush convirtió en diplomático.
En las primeras líneas del texto, los autores alertan con una insistencia al borde del pánico que Telesur “continua a difundir acusaciones acerca del Plan Condor patrocinado por Estados Unidos mientras se enseña fragmentos de documentos desclasificados como evidencias”.
Se señala luego que “la máquina de propaganda anti-U.S. resuena siempre más ruidosamente y el momento para alguna forma de respuesta pudiera acercarse”.
El texto subraya como la muerte del dictador chileno Augusto Pinochet, el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, ha sido utilizada como una denuncia “anti-U.S.” por los “grupos izquierdistas de Uruguay” lo que “resforzó la aserción que los izquierdistas son los únicos verdaderos defensores de los Derechos Humanos”.
El reporte anota que documentos estadounidenses “recientemente desclasificados de la época de la dictadura uruguaya han avivado el fuego”.
“Serán utilizados de manera prominente en el juicio contra dos oficiales uruguayos acusados de conspirar para asesinar a cuatro personas en 1976”.
El documento de la Embajada USA deplora que la prensa “expresa una gran nostalgia hacia la presidencia de Salvador Allende y vilipendia los que lloran el fallecimiento de Pinochet”.
“Los legisladores socialistas y comunistas lo satanizan como el inspirador de otras dictaduras en la region, incluiendo a la de Uruguay, y la prensa expresa un sentido de alegría por su muerte”.
El documento reconoce como los abusos cometidos en la época de la dictadura (1973-84) con el apoyo norteamericano han dañado de manera importante la imagen de los Estados Unidos en Uruguay.
Los escándalos en relación con los campos de interrogatorio (Guantámano) norteamericanos “no ayudaron” a promover las relaciones, confiesa el análisis que reconoce, al concluir” que los intereses USA en la región “dependen en gran parte de nuestra reputación”.
La producción televisiva señalada por el informe firmado por Baxter es la conocida serie venezolana “Injerencia, La Invasión Silenciosa” dirigida por Ángel Palacios con un equipo de documentalistas de la productora Panafilms en Coproducción con Telesur y La Villa del Cine.
“Injerencia, La Invasión Silenciosa” tuvo, por cierto, una importante difusión gracias a TeleSUR y un mayor impacto en América Latina.
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