Entrevista con la periodista argentina Stella Calloni. En América Latina se cierne una amenaza latente de sectores militares de ultraderecha que buscan reeditar la Operación Cóndor contra los gobiernos progresistas, la misma que en las décadas de los años 70 y 80 y con auspicio de Washington asoló a los países del Cono Sur, en el sentido de realizar un trabajo supranacional de desestabilización con los auspicios de dirigentes de la catadura del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, denuncia la periodista argentina, investigadora y activista de derechos humanos, Stella Calloni.
Con apoyo de la CIA, fundaciones norteamericanas, así como del neofranquista Partido Popular de España, la ultraderecha latinoamericana está empeñada a como dé lugar en propiciar golpes de Estado o crear circunstancias de choque en aquellos países de la región gobernados por líderes de izquierda. El foco fundamentalmente está dirigido contra los gobiernos de Hugo Chávez en Venezuela; Rafael Correa en Ecuador; Evo Morales en Bolivia; Cristina Fernández de Kirchner en Argentina; y Daniel Ortega en Nicaragua, al tiempo que lanza fuegos contra los presidentes Dilma Rousseff de Brasil y José Mujica del Uruguay, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y claro está, contra el Foro de Sao Paulo que reúne a los partidos de izquierda del hemisferio.
Calloni, experimentada investigadora de los horrores cometidos por las dictaduras militares de Suramérica, autora del libro Operación Cóndor, pacto criminal (Ediciones La Jornada, México 2001), señala que Unoaamérica (www.unoamerica.org) nació en Colombia en diciembre de 2008 y está integrado por militares acusados de violación de derechos humanos y comprometidos con las dictaduras latinoamericanas que buscan reeditar el trasnochado discurso anticomunista de la Guerra Fría.
En consonancia con Unoamérica, el expresidente Uribe Vélez creó recientemente su Fundación Internacionalismo Democrático (http://fidauv.org) y una de sus primeras tareas es trabajar por el desprestigio de los gobiernos de Chávez y Correa en Venezuela y Ecuador respectivamente.
La periodista y escritora argentina cuenta que al frente de la dirección de Unoamérica está el golpista venezolano Alejandro Peña Esclusa, actualmente en la cárcel por haberle encontrado en junio de 2010 en su residencia material explosivo y estar vinculado con el terrorista salvadoreño Francisco Chávez Abarca, deportado por autoridades de Caracas a Cuba en julio de ese año.
Para hablar sobre los planes de la ultraderecha latinoamericana que es un instrumento de Washington en la región y analizar la actual coyuntura política del continente, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano (www.cronicon.net) dialogó en Buenos Aires con Stella Calloni.
Al calor de un buen café en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en plena Avenida Corrientes, la investigadora nos hizo un concienzudo análisis de la realidad latinoamericana y la injerencia estadounidense.
Calloni es una experimentada periodista, escritora y poeta. Fue corresponsal de guerra en Centroamérica y se especializó en política internacional. En su vasta obra publicada se incluyen crónicas, ensayos y libros entre otros como: Torrijos y el Canal de Panamá (1975); La guerra encubierta contra Contadora (1993); Nicaragua: el tercer día (1986); Panamá, pequeña Hiroshima (1992); Los años del lobo: Operación Cóndor (1999); Operación Cóndor, pacto criminal (2001); Argentina: de la crisis a la resistencia (2002); la invasión a Irak, guerra imperial y resistencia (2002); América Latina siglo XXI (2004); Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia (2009).
Actualmente es corresponsal del Cono Sur para el diario La Jornada de México y se desempeña como docente universitaria. Entre las múltiples distinciones que ha recibido se destacan el Premio Latinoamericano José Martí (1986); Premio Madres de Plaza de Mayo (1998); Premio Margarita Ponce Derechos Humanos de la Unión de Mujeres Argentinas y Premio Latinoamericano de Periodismo Samuel Chavkin, de la revista Nacla Report of the Americas de Nueva York, ambos en 2001; además del Premio Escuela de Comunicaciones de la Universidad de la Plata, Argentina (2002).
En función periodística ha recorrido prácticamente que toda América Latina así como varios países de Europa y África, por lo que sus análisis los hace a partir de palpar la realidad en el terreno. Es conferencista internacional sobre temas de geopolítica latinoamericana y derechos humanos.
LA INVASIÓN SILENCIOSA DE E.U. A AMÉRICA LATINA
– ¿Usted considera que se ha reconfigurado de una manera más sutil la injerencia de los Estados Unidos, o sigue manteniendo la misma estrategia de finales del siglo XX para dominar a los pueblos?
– Si ellos en todos sus documentos de política exterior comenzaron a considerar que había que tener de presente la Doctrina Monroe (“América para los americanos”) equivale a señalar que ella sigue siendo la base de muchas cosas de lo que hacen, con algo mucho más grave y es que ahora se ha transformado en “el mundo para los americanos”. Todo eso, más la reconfiguración que tiene lugar después del atentado a las Torres Gemelas, que es un hecho que no sabemos aún quién lo hizo, porque podrán decir lo que digan, pero pruebas no hay de ninguna especie, es como si usted me dijera que alguien me puede dar a mi una prueba de que la persona que mataron en Pakistán era Bin Laden. No hay pruebas, no existen y lo que diga Estados Unidos para mí no tiene ninguna veracidad porque ha mentido eternamente. Después de que se configura esa doctrina de seguridad hemisférica también empieza la nueva doctrina de guerra preventiva, de guerra sin fronteras y sin límites, desconociendo las soberanías nacionales, al tiempo que pone en marcha otra vertiente de trabajo que es sutil: el envío de todas esas fundaciones que nacieron durante el esplendor conservador de Reagan para evitar la presencia directa de la CIA, sobre todo después de 1975 cuando se formó la Comisión Church en el Senado estadounidense que investigó el papel de esta agencia de inteligencia en el golpe de Estado en Chile, lo que motivo que se renovara en los años 80 la estrategia de conflictos y de guerra de baja intensidad que tiene como base lo que es la contrainsurgencia que en el lenguaje norteamericano es el permiso abierto para todo tipo de ilegalidad en el plano militar, político, cultural, social, económico, etc. Cuando ya se recicla para el periodo de los años 90 se conforman la NED, la National Endowment for Democracy, fundación para la democracia, pero habría que preguntarnos qué tipo de democracia; la USAID, la agencia internacional para el desarrollo que nunca ha tenido ese papel sino que uno sabe que donde se encuentra este organismo hay una interferencia directa de Estados Unidos y la CIA está detrás. Con ello lograron la invasión silenciosa en América Latina. Yo pude palparlo directamente en el propio terreno, en Bolivia, y observé cómo trabajan estas fundaciones que a su vez crean ONGs que cumplen un papel clave en lo que es la guerra de baja intensidad, es decir, desestabilización de gobiernos, intromisión en lugares, trabajo con grupos indígenas como en el caso boliviano en que han buscado un líder indígena para hacerlo figura con el propósito de reemplazar a Evo Morales. Infortunadamente los gobiernos son muy débiles todavía en Latinoamérica y no tienen la suficiente claridad en el sentido de que hay que detener este intervencionismo que pueden llevar a situaciones muy complicadas, de hecho en el golpe de Estado en Venezuela estaban la NED, la USAID y otras fundaciones inclusive socialdemócratas de Europa que quedaron metidas dentro del esquema internacional de la CIA.
LA ULTRADERECHA MILITAR LATINOAMERICANA
– ¿Y en el golpe de Estado en Honduras contra el presidente José Manuel Zelaya?
– En Honduras también y en este país centroamericano intervino además una fundación que se llama Unoamérica, sobre la cual Colombia tiene que tener mucho cuidado y puesta la mirada sobre sus actuaciones. Esta es una fundación que nació en Colombia con un grupo de militares de la ultraderecha y con varios de los exmilitares de todas las dictaduras de América Latina.
– ¿Y cuál es el propósito?
– El propósito es prácticamente ejecutar la Operación Cóndor llevada a otro plano. Si bien la Operación Cóndor no se puede repetir como tal, en lo que coincide Uno América es en el trabajo supranacional para poder moverse sin ningún límite en los distintos países. Estos militares de ultraderecha sostienen lo mismo que en la época del Plan Cóndor en el sentido de que así como en el Cono Sur había que combatir a la coordinadora guerrillera que se había integrado en los años 70, ahora hay que enfrentar tanto a los gobiernos de izquierda que pertenecen al Foro de Sao Paulo como a la Unasur, a la que consideran igualmente una organización supranacional, y por lo tanto ellos deben actuar para evitar el comunismo, porque hablan del comunismo como si fuera la Guerra Fría. Y por eso han nucleado a lo peor que encuentran de militares involucrados en las dictaduras latinoamericanas y realizan un trabajo especial dentro de los grupos de seguridad de los ejércitos y las policías, reciclando el discurso anticomunista del pasado. Hacen un trabajo de zapa en las Fuerzas Militares de la región porque tienen sus viejas conexiones y por eso jugaron un papel determinante en el golpe de Estado en Honduras. Alejandro Peña Esclusa que hoy está detenido en Venezuela y que es el presidente de Unoamérica, fue condecorado por Roberto Micheletti por su colaboración efectiva para dar el golpe. Uno América provee mercenarios, hace contrainsurgencia para las necesidades de la CIA, se mueve por toda América Latina, varios de sus integrantes estuvieron en Bolivia metidos en el golpe de Estado que se le quiso dar a Evo Morales y sobre todo en el intento que hubo de asesinarlo.
– ¿Conociendo la catadura de un expresidente colombiano como el tan cuestionado Álvaro Uribe Vélez, qué papel juega él en Uno América de acuerdo con sus investigaciones?
– Varios de los militares que hacen parte de Unoamérica, según los registros que tengo, apoyan a los grupos paramilitares en Colombia y son muy cercanos a Uribe. En Argentina tenemos ya la lista de los vinculados a esa fundación, la cual la encabeza el coronel del grupo de caras-pintadas, Jorge Mones Ruiz, así como hay militares de la ultraderecha boliviana, uruguaya, ellos buscaron los remanentes de las viejas dictaduras latinoamericanas y se apoyan políticamente en los grupos ultraderechistas de la región.
– ¿Geopolíticamente hablando, en las actuales circunstancias cuáles son los aliados más importantes de Estados Unidos en América Latina?
– Geopolíticamente mientras está la invasión silenciosa, por arriba están mandando tropas y el portaviones de Estados Unidos en la región obviamente es Colombia con todas sus bases militares y sus estructuras, además el golpe de Honduras conservó la base de Palmerola y las nuevas como la base de Gracia de Dios que les permite controlar a Nicaragua.
– Aquí en Argentina existe el convencimiento de que en Colombia están operando las siete bases que en el gobierno de Uribe Vélez se entregó al Comando Sur de los Estados Unidos. Sin embargo la Corte Constitucional prohibió la utilización de esas bases. ¿Según sus investigaciones, dichas bases militares en la práctica están operando?
– En la realidad están ahí. Es algo muy similar con lo que ocurre con la base Mariscal Estigarribia de Paraguay o la base de Palmerola en Honduras. Ahí lo que hay son pistas donde pueden aterrizar aviones grandes como han hecho en Colombia. Esas bases no están ocupadas permanentemente por soldados norteamericanos porque ellos nunca se meten en lugares cerrados. Ahora, Estados Unidos no necesitan enviar soldados para poner a funcionar las bases militares sino que las tienen a su entera disposición. Obviamente tienen todo preparado por si acaso necesitan mandar tropas. O como ocurría en Bolivia, en que metían una estructura de la DEA dentro de una base, que utilizaron cuando quisieron matar a Evo Morales en la época en que era diputado. Algo así están haciendo en Colombia.
JUAN MANUEL SANTOS Y SY RELACIÓN CON EL MOSSAD
– En Colombia también operan el Mossad (agencia de seguridad israelí) y el Mi6 (servicio de inteligencia inglés). ¿En otros países latinoamericanos también operan?
– El Mossad está en Paraguay, Bolivia, Venezuela y Guatemala. En Venezuela su presencia es muy fuerte y en Colombia opera hace muchos años, incluso antes de que llegara su agente Yair Klein que entrenaba y traía desde Jamaica armas para los grupos paramilitares. El problema es que el Mossad hoy en día tiene más fuerza que la CIA, varios de sus miembros se infiltran en las comunidades judías de los países latinoamericanos, pero además hacen presencia en Irak y en Libia. En las tareas y en la dirección de todas las movidas de guerra sucia el Mossad es clave. En el caso colombiano el presidente Santos es hijo del Mossad y él no puede separarse de Israel. No hay que olvidar el papel que jugó Santos en el ataque a Sucumbíos cuando se violó la soberanía ecuatoriana para atacar el campamento de Raúl Reyes. Me acuerdo la sonrisa de hiena de Santos cuando mataron a ese jefe guerrillero. Yo no creo que Santos quiera la paz en Colombia como Israel tampoco la quiere, él lo que desea únicamente es terminar a como dé lugar a un grupo político-militar insurgente.
– ¿Y en México, cuya situación social es muy explosiva?
– En esta ocupación geopolítica con el Plan Colombia que es un plan de recolonización del continente se ha pasado al Plan Mérida de México. Este plan es un calco del Plan Colombia y de hecho en seis años México ha caído en una violencia atroz. En ese lapso tenemos el mismo número de muertos que en Colombia y a eso hay que añadirle la destrucción del campo mexicano y de la cultura profunda de los pueblos con el Tratado de Libre Comercio que tiene con Estados Unidos y Canadá.
DESINFORMACIÓN, ARMA DE GUERRA
– Hablemos de otro aspecto fundamental para aconductar a los pueblos que es la guerra mediática…
– La guerra mediática es parte del proyecto contrainsurgente. La desinformación es un arma de guerra hoy, se utiliza para armar un proyecto de guerra como pasó en Irak con el invento de las armas de destrucción masiva, o con lo que ocurrió en Libia, en donde nunca hubo un bombardeo de Gadafi contra la población civil, lo cual está totalmente probado. Para controlar el mundo necesitan controlar la información.
– Usted ha denunciado el aprovechamiento de las mafias durante la etapa de esplendor del neoliberalismo…
– Uno de los aspectos que tenemos que identificar en este periodo histórico es la presencia mafiosa en los gobiernos. Estados Unidos está bajo el poder de mafias, siempre las ha usado para sus juegos. Necesitan de la mafia, no pueden sobrevivir a este esquema sin ella. ¿Quién recibe la droga en Estados Unidos? ¿Dónde se recibe? Resulta que vienen a matar del lado de México pero por qué no se dedican a pescar del otro lado a quienes reciben la droga. ¿Por qué los aviones cargados de droga llegaban a las bases del Comando Sur en la Florida? Y no era Manuel Antonio Noriega quien la mandaba porque él no tenía ninguna capacidad de operar en el Comando Sur. Mintieron de una forma descarada en la invasión a Panamá y me di cuenta de todo lo que montaron porque yo estaba allí. La génesis de todas las intervenciones tiene una mentira detrás y un aparato de desinformación, que ahora les resulta más fácil porque controlan todo.
EL LIDERAZGO DE CHÁVEZ
– Si bien hay una matriz de manipulación mediática, buena parte de la gente en América Latina ya no cree, y eso uno lo observa en países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay… ¿No lo ve así?
– Lo que ocurre es que no entendieron que el proceso neoliberal iba a traer una realidad social terrible y la gente empezó a tener una mirada distinta. Eso ocurrió en países como Venezuela con Chávez cuyo pueblo pasó a ser pensante y consciente.
– Hablando de Venezuela, usted estuvo recientemente en Caracas. ¿Cómo está el liderazgo de Chávez, tiene posibilidad de reelegirse en octubre de 2012?
– Sí, sí, tiene posibilidad de reelegirse, incluso ha aumentado los índices de popularidad y de apoyo a su gobierno. Veo que hay una gran conciencia en la gente respecto de los alcances positivos del proceso político que lidera Chávez. Las cosas y los grandes avances que se han hecho en Venezuela no se difunden pero hay una recuperación del sentido de patria, de defensa, de dignidad, y la enfermedad de Chávez produjo un apresuramiento en las bases para solidificar la unidad y la organización.
– ¿Procesos integracionistas que se están dando en Latinoamérica como Unasur y la Celac constituyen una piedra en el zapato para Washington?
– Sí, cualquier cosa que sea unidad e integración es una piedra en el zapato. La unidad africana y la intención que tenía Gadafi de concretar una moneda común en África molesta a Estados Unidos. Son cosas que no pueden aceptar. Ahora tienen una América Latina con unos países modelo de algo distinto. Al principio no le daban importancia porque siempre Estados Unidos lograba interferir, por ejemplo, en procesos como Mercosur, pero ahora la cosa es a otro precio y en esto Chávez ha tenido una presencia histórica porque ha sido la cabeza para producir una federación distinta. Esta nueva integración política y comercial de los países de América Latina es algo terrible para Estados Unidos y sobre todo lo hechos que van produciendo presidentes como Hugo Chávez y Evo Morales. En el caso de Bolivia, Morales sacó a la CIA y a la DEA. Desde que la DEA salió de Bolivia, y esto para los colombianos es esencial, el país dejó de tener una violencia del pico que tenía antes, dejó de morir gente por la supuesta guerra contra el narcotráfico. La embajada norteamericana contaba con una oficina en la casa de gobierno junto a la del presidente de Bolivia. Cuando Evo Morales subió al poder preguntó por una puerta cerrada junto a su despacho que conducía a las oficinas de la DEA y de la CIA. Para que nos demos cuenta hasta dónde llegó la injerencia norteamericana sin que los países de América Latina lo hayan sabido.
EL BLOQUEO A CUBA, DELITO DE LESA HUMANIDAD
– Hablemos de Cuba. Hoy la revolución cubana no es ninguna amenaza para los Estados Unidos, ¿sin embargo en pleno siglo XXI cómo se explica que Washington siga manteniendo el bloqueo económico a la isla? ¿No es acaso un delito de lesa humanidad?
– Claro, es un delito de lesa humanidad. Además, todo lo que ha producido el bloqueo, lo que han causado las agresiones como la guerra química y biológica contra Cuba, la cifra de enfermos, el número de muertos por el dengue hemorrágico, más la invasión a Bahía Cochinos, está reconocido por el propio Congreso de los Estados Unidos. Es que Cuba sigue siendo un ejemplo de cómo poder resistir a noventa millas del imperio para mantener una revolución que no quiere salir del socialismo. En contraste, Estados Unidos quedó en manos de una mafia que ellos mismos crearon. Una mafia cubana que cuenta con senadores, representantes, gobernadores, alcaldes, todos con un pasado espantoso y con relaciones profundas con el narcotráfico. Han tratado de destruir por todos los medios a Cuba, el bloqueo lo han hecho incluso más fuerte pero no han podido asfixiarla y no creo que lo logren.
AMÉRICA LATINA Y SU MEJOR MOMENTO HISTÓRICO
– A excepción de países como México, Colombia, Chile y algunas naciones centroamericanas, América Latina está pasando por un buen momento histórico, ¿no cree?
– América Latina está pasando por su mejor momento históricamente, ante todo ha logrado salvarse de la crisis económica y mostrar ante el mundo que el remedio que están utilizando en Europa no sirvió para nada acá, por lo que podemos decir que estamos a la vanguardia de la resistencia, con liderazgos como los de Chávez, Kirchner, Evo, Correa que brotaron dentro del juego electoral que Estados Unidos imponía como salvación. ¿Cuántas tropas van a necesitar para poder controlar el mundo? Lo cierto es que Estados Unidos va camino al hundimiento. Y en relación con América Latina hay que decir que nuestros gobiernos no pueden mostrar ni un poquito de debilidad, porque cualquier hendidura de debilidad da pie para que se meta ese poder imperial, tenemos todo para evitarlo y una muestra de ello es en lo que ha quedado la OEA que ya no tiene voz, está hablando como un afónico porque Unasur la reemplazó y eso que aún no es un aparato sólido.
Fuente: http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones66/nota1.htm
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