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Los niveles de polarización en el concierto internacional, nos muestra varios puntos calientes en el globo, que permiten observar el choque de intereses entre potencias tradicionales y Estados que se encuentran aumentando su capacidad y alcance de decisión en el orden mundial.
La historia del excepcionalísimo de los EE.UU.
Los EE.UU., máximo promotor de la unipolaridad y cuya concepción se basa principalmente en el factor providencialista, el cual, siempre ha estado presente desde su conformación como Estado. De hecho podemos decir que desde el siglo XVII, época del asentamiento de las colonias británicas en Norteamérica, se fue configurando la idea esbozada por John Winthrop en la colonia de Massachusets en 1630, donde menciona la famosa frase “The City upon the Hill” (Ciudad sobre la montaña) refiriéndose al carácter excepcional de los nuevos colonos quienes se concebían como destinados por la providencia a “ser un ejemplo para el mundo” [1], de estas ideas surgen doctrinas como la Doctrina Monroe (1823) elaborada por Jhon Quincy Adams y el concepto del Destino Manifiesto en el marco de la expansión de EEUU hacia el sur (en la década de los 40 del mismo siglo); y observamos que toda su matriz doctrinaria está basada en la idea de que los principios de la nación estadounidense, son universales bajo designio divino. [2]
Estas ideas son totalmente actuales en la elite dirigente de los EEUU y han sido mencionadas por operadores de la actual administración del gobierno, como el Secretario de Estado, Mike Pompeo donde admite que EEUU es un “país excepcional y único” [3], o el Secretario de Seguridad, Jhon Bolton quien ha reivindicado varias veces la Doctrina Monroe como parte de la política exterior y de seguridad actual [4].
Esta ideología del excepcionalísimo se materializó en el panamericanismo cuya elaboración conceptual fue impulsado por el Secretario de Estado para ese entonces, James G. Blaine en el siglo XIX, y consistía en una reedición del Zollverein (Unión Aduanera) formulada por el Canciller alemán Otto Van Bismarck, a través del cual logra integrar al imperio alemán en 1871 a través de un sistema donde los flujos económicos y comerciales de la región estuvieran centralizados por EEUU. Con ese objetivo se realizó la I Conferencia Panamericana, y se aprobó la creación de la Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas, aprobada el 14 de abril de 1890 con sede en Washington, que a partir de ese momento se convertiría en el epicentro de la política de Latinoamérica y el Caribe, hasta la actualidad, donde funciona la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 1948 y desde donde se ha promovido por los últimos 129 años políticas de dominación, primero bajo la doctrina del shock dirigidas por dictaduras militares como en Chile (1973-1990), Argentina (1976-1983), etc., y luego bajo los llamados Tratados de Libre Comercio (TLC) originado en el seno del sistema interamericano en el marco de la I Cumbre de las Américas realizada en Miami en 1994 y ahora se expresa en la conformación del bloque de la Alianza del Pacífico (2012) y en los aspectos ideológicos con el Grupo de Lima (2017) o ProSur (2018). De esta forma con la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1948, EEUU logra imponerse como rector de la política regional latinoamericana.
La influencia de Rusia en Latinoamérica y el Caribe
Sin embargo, este sistema de dominación de EEUU hacia Latinoamérica y el Caribe sufrió una brecha que se amplió a principios del siglo XXI con la llegada del llamado Ciclo Progresista (1999-2012) donde gobiernos de izquierda comenzaron a diversificar sus alianzas internacionales en busca de mejores condiciones en los acuerdos intergubernamentales, en comparación con los firmados en la época de la primera generación de reformas en los márgenes del consenso de Washington.
En ese papel llegan las alianzas internacionales extraregionales, no sólo China, que actualmente entra en los principales socios comerciales de varios países de la región, sino también Rusia, cuyo trabajo de influencia en Latinoamérica ha sido más discreto pero no de menor alcance en materia geopolítica.
Latinoamérica representa el 1.2% de las exportaciones totales de Rusia en 2017, un leve aumento en comparación con el año 2000 (0.81%), en cuanto a las importaciones totales, también se puede observar un ligero incremento, representando para el en el año 2000 un 2.1% y para el 2017 un 2.8% [5] siendo sus principales socios comerciales Argentina, México y Brasil.
Sin embargo no es lo comercial en lo que se destaca el intercambio entre Rusia y Latinoamérica, en el ámbito militar, por ejemplo, Rusia se ha convertido en el segundo mayor exportador de armas en el mundo y ha logrado insertarse en el mercado de países cuya tecnología militar tradicionalmente ha estado basada en la de origen estadounidense, israelí y europeo.
Al respecto, Venezuela es el mayor comprador de armas rusas desde el 2006 en la región y cuenta con una estrecha cooperación técnico militar en materia de transferencia tecnológica y capacitación [6].
De esta forma Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Uruguay y Venezuela han sido compradores de armas, maquinaria y tecnología rusa y en los últimos años la cifra de la Tendencia de Indicador de Valor (TIV) del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) demuestra un aumento considerable en el valor total de las compras de países latinoamericanos [7].
Venezuela, no sólo es el caso más sonado de la influencia de Rusia sobre la región, incluso abordado en la última reunión de Lavrov y Pompeo donde mostraron posiciones totalmente contrapuestas [8], sino que también es considerada por algunos autores rusos como “la puerta para Latinoamérica” [9] para el gigante euroasiático, por lo que desde ese punto de vista se puede entender las reiteradas expresiones de preocupación de altos cargos de la administración Trump de la ‘intervención’ rusa en ese país.
En materia energética, las dos compañías más grandes de la Federación de Rusia en esta esfera, Rosneft y Gazprom, también han logrado insertarse en el mercado latinoamericano, por ejemplo, en esta esfera existen unas estrechas relaciones entre Gazprom y Bolivia en los proyectos que abarcan los yacimientos gasíferos de Ipati y Akio [10].
De igual forma la gigante petrolera Rosneft ha estado estrechamente involucrada con los proyectos de la Faja Petrolífera del Orinoco “Hugo Chávez”, teniendo el 80% de las acciones rusas en al menos tres proyectos en esa zona. De igual manera, en el marco de la confrontación política en Venezuela se vuelve especialmente importante el hecho que la petrolera venezolana cedió en 2016 a Rosneft el 49,9% de acciones de CITGO, filial ubicada en territorio estadounidense y que es actualmente objeto del bloqueo del gobierno norteamericano.
Vale la pena mencionar también el proyecto de instalación de un Centro de Navegación del sistema ruso GLONASS en Cuba [11], que significa una competencia directa para el sistema GPS norteamericano y el acercamiento entre Rusia y Nicaragua en materia económica y cooperación en situaciones de crisis [12]. Estos dos factores posicionan a Rusia en pleno corazón dellebensraum americano.
La concepción de Rusia sobre el orden mundial
La coordinación en la política energética entre Rusia y países latinoamericanos, en los marcos de la alianza de países OPEP y no OPEP, y la participación activa de esos países en el Foro de Países exportadores de Gas, donde actúan como miembros Venezuela, Trinidad y Tobago, Panamá y Bolivia, pone en una posición incómoda la política de EEUU hacia Latinoamérica denominada, Connecting Americas 2022 que busca la privatización de empresas energéticas estatales de la región. [13]
De esta manera, Latinoamérica y el Caribe se encuentra no sólo en una pugna regional con EEUU entre la soberanía vs subordinación, sino también en una lucha geopolítica de reparto de zonas de influencia de potencias mundiales, cuyo espejo, en el caso con Rusia, se encuentra en Europa oriental, espacio vital de ese país y objeto de expansión de la OTAN.
La concepción de política exterior rusa, según documento actualizado por última vez en 2016, menciona en el numeral 98 que “estrechará los lazos –con Latinoamérica- por todos los medios posibles” [14], de igual manera la doctrina de seguridad rusa (2015) [15], se concentra en reforzar el sistema multilateral para poder construir un mundo pluricéntrico, el primer paso necesario para la multipolaridad.
A lo largo del documento se reitera la importancia de garantizar la soberanía y la autodeterminación propia y de otros países, para que de este modo no se impongan los intereses unilaterales de los EEUU y la OTAN.
De igual forma, en el punto 13, identifica que paralelamente a la gestación del nuevo orden mundial, va incrementando la política injerencista de EEUU y la OTAN y así la inestabilidad regional, lo que se puede evidenciar actualmente en el caso de Latinoamérica que se encuentra sufriendo un proceso de balcanización, o como algunos autores lo llaman, el Suramexit [16].
Rusia concibe la injerencia en asuntos internos como una amenaza y contraria los principios de autodeterminación y soberanía (pto.15), menciona también los peligros que implica la expansión de la OTAN y la construcción de sus instalaciones militares cerca de sus fronteras, mecanismos cuyo fin es boicotear la política de bloques regionales de la Federación.
A diferencia de la estrategia de seguridad de EEUU, Rusia establece con claridad las siguiente líneas generales de su política exterior: la seguridad colectiva, respeto a los pueblos, sus culturas, tradiciones e intereses, respeto al derecho internacional y un comercio ecuánime basado en unas relaciones equilibradas y de ganar – ganar (pto.28).
En la práctica lo podemos evidenciar en las condiciones que se establecen con el pago de la deuda, con la flexibilidad en la reestructuración de la misma y además la creación de uniones aduaneras como la Unión Económica Euroasiática donde países como Rusia, Kazajstán, Belarús y Armenia unen sus ventajas comparativas en un mercado regional, poniéndole un parcial freno al proceso globalizador que somete los mercados nacionales a monopolios extranjeros.
De esta manera, Rusia vuelve a asumir el rol que tuvo de equilibrador en el orden internacional en su era soviética, sin alcanzar el mismo nivel aún pero va en paulatino ascenso, tomando posiciones que van obstaculizando la política de dominación de los EEUU como por ejemplo en Siria, Ucrania, Venezuela e Irán.
Sin importar los estrechos lazos históricos de la dominación de EEUU sobre Latinoamérica y el Caribe, Rusia ha logrado penetrar esferas de influencia que chocan directamente con los intereses de Washington y, a pesar de que su influencia no es tan expansiva como lo pudiera ser la de China, el gigante euroasiático está consolidando una alianza estratégica con países ubicados en el “patio trasero” de los EEUU, como Cuba, Nicaragua, Venezuela. Esto puede trastocar de manera total toda la política del Caribe [17], algo inconcebible para la Casa Blanca como ya lo había demostrado en 1962 en medio de la ‘Crisis de los Misiles’. ¿Estamos siendo testigos del declive de los EEUU como potencia unipolar? ¿Tomará EEUU un curso irracional de su política llevando al mundo a un plano autodestructivo? ¿O por el nivel de globalización del sistema y sumado a la decadencia del occidente, podría desembocar en otros escenarios? Estamos por verlo.
1. https://www.americanyawp.com/reader/colliding-cultures/john-winthrop-dreams-of-a-city-on-a-hill-1630/
2. Paidós. Buenos Aires, 2004.
3. https://www.youtube.com/watch?v=VxndIsku2W8
4. https://www.washingtonpost.com/world/2019/03/04/what-is-monroe-doctrine-john-boltons-justification-trumps-push-against-maduro/?utm_term=.08b88f4e4163
5. https://atlas.media.mit.edu/en/visualize/tree_map/hs92/export/rus/show/all/2017/
6. https://lta.reuters.com/articulo/politica-venezuela-rusia-idLTAKCN1R50NO-OUSLT
7. http://armstrade.sipri.org/armstrade/html/export_values.php
8. https://www.5-tv.ru/news/250548/okazyvaetsa-tak-mozno-bylo-ssa-neozidanno-povernulis-vstoronu-rossii/?fbclid=IwAR1k4Eb2ENDtOF5gOLptCk_3ca6DR3CAXZPjC80QRNx2koWQR3TyVcmNQQk
9. Розенталь Д.М. (2018) Венесуэльский узел в латиноамериканской политике Москвы, “Латинская Америка” Н°10, Москва, p.50.
10. https://www.vestifinance.ru/articles/95876
11. https://mundo.sputniknews.com/tecnologia/201805281079078482-tecnologia-rusia-amplia-sistema-glonass-en-cuba/
12. https://www.hispantv.com/noticias/nicaragua/411377/rusia-relaciones-diplomaticas-cooperacion-economica
13. https://www.celag.org/escenarios-perspectivas-ee-uu-america-latina/
14. http://www.mid.ru/foreign_policy/news/-/asset_publisher/cKNonkJE02Bw/content/id/2542248;
15. http://www.consultant.ru/cons/cgi/online.cgi?req=doc&base=LAW&n=191669&fld=134&dst=100071,0&rnd=0.9962866484409987#0
16. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=251040
17. https://www.celag.org/reordenamiento-estrategico-en-el-caribe/
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