Fuente: Diario Octubre
Elson Concepción Pérez (Granma).— Se sabía y se advertía, que la criminal agresión de Israel contra Palestina, los ataques con misiles al vecino Líbano, y a parte de la geografía iraní –en ambos casos asesinando a civiles y a dirigentes de los movimientos de resistencia– desembocarían en una escalada militar que involucraría a otros países de la región.
Se intuía también que Estados Unidos, implicado totalmente en el genocidio israelí contra los palestinos, pondría las más modernas armas y brindaría apoyo total a su aliado sionista por cielo, mar y tierra, ya que no importa que Israel sea un Estado terrorista, pues su amo de Washington, además de practicarlo, lo acoge y estimula.
Cuba conoce muy bien de lo que son capaces los gobiernos estadounidenses cuando se trata de terrorismo, y también el cinismo de esas administraciones al poner en listas espurias, a naciones como la nuestra, acusándola de patrocinador de ese flagelo.
Este lunes, temprano, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, tal si le hubiesen pisado un callo de sus pies, dejó muy clara esa postura: «He reafirmado nuestro respaldo al derecho de Israel a defenderse, así como la férrea determinación de EE. UU. de apoyar la defensa de Israel frente a las amenazas de Irán y de sus socios y títeres regionales».
Lloyd se reunió con su homólogo israelí, Yoav Gallant, e informó que Estados Unidos ha enviado a la región grupos de asalto de portaviones (CSG, por su sigla en inglés), que constituyen una formación operativa de combate de la Armada de EE. UU. compuesta por unos 7 500 efectivos, un portaviones, un crucero, un escuadrón de al menos dos destructores o fragatas, y entre 65 y 70 aviones de guerra.
Israel y el movimiento chiita libanés, Hezbolá, intercambiaron este domingo masivos ataques con misiles. Se trata de uno de los mayores enfrentamientos en la reciente escalada de este conflicto, reportó RT.
De acuerdo con el líder de la resistencia libanesa o Hezbolá, Hassan Nasrallah, se realizó un ataque aéreo a gran escala al territorio israelí, en respuesta «a la brutal agresión sionista en los suburbios del sur de Beirut, que condujo a la muerte del gran líder de la yihad Fuad Shukr».
Destacó haber lanzado 320 misiles contra el territorio israelí, entre ellos contra 11 bases militares en el norte de Israel, según un reporte de RT.
Por su parte, Israel informó que su sistema de defensa Cúpula de Hierro interceptó cientos de proyectiles lanzados desde el sur del Líbano.
El líder de la resistencia libanesa, Hassan Nasrallah, ha asegurado que Israel «cruzó todas las líneas rojas», al bombardear el mes pasado los suburbios del sur del Líbano.
En este sentido, ha señalado que Estados Unidos puede detener la guerra en Gaza en cualquier momento, pero no tiene la voluntad para ello, por lo que, en los últimos 11 meses, es «cómplice de todos los crímenes» cometidos por Israel.
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