Atrás ha quedado el tiempo en que Obama hablaba de un G2 (USA-China) para dirigir el mundo. En pocos días, la administración Obama ha multiplicado las provocaciones antichinas: venta de armas a Taiwán, anuncio de una inminente ciberguerra contra Pekín por parte del director nacional de inteligencia y anuncio de una visita del jefe de los separatistas tibetanos a la Casa Blanca. El profesor Domenico Losurdo analiza la intención estadounidense de desmantelar China.