Feliz Año Nuevo a los artesanos de utopías, cuyas manos callosas
desentierran girasoles de los pantanos de la ambigüedad; a las mujeres
buscadoras de afectos recónditos, divas milagrosas del bien-amar
gratuito; a los niños sobrevivientes en los corazones de todas las
edades; y a los guardianes de silencios meditativos.