“Son conocidos los mecanismos de La Estafa, pero por el autismo
generalizado de una sociedad fascistizada mediante el genocidio y
bombardeada mediáticamente, La Estafa sigue en pie… En Colombia
actualmente hay una pugna entre, por un lado, una sociedad fascistizada
disfrazada de legalidad, amparada en la desarticulación del sistema
educativo y la precariedad social generalizada; y por otro lado las
conciencias persistentes.” “El simulacro de “elecciones” tiene una funcionalidad muy precisa:
legitimar un régimen genocida, cuyo aparato de defensa del Status Quo de
iniquidad seguirá intacto, pero con renovada fachada.”