Luego de las transformaciones políticas y sociales realizadas por el
gobierno de Evo Morales Ayma con el apoyo masivo, mayoritario y activo
de los sectores populares de Bolivia que se movilizaron por sus
reivindicaciones desde el 2000, el mapa político ha cambiado
radicalmente en los últimos cinco años, generando una nueva composición
de las fuerzas políticas que pugnan por controlar las instancias de
decisión nacional y regional y los aparatos del Estado.