España. Tras los ejemplos de Irlanda, Portugal, y más recientemente Grecia e Italia, el nuevo gobierno español se encuentra a expensas de lo que ordenen en Europa en materia económica, laboral, fiscal y social. El margen es inexistente, y como ya han hecho otros gobiernos europeos Rajoy deberá ceder la soberanía a los mercados, para que estos realicen los cambios que consideren oportunos.